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Alimento para el alma

Phillip Jedicke/ Cristina Papaleo11 de marzo de 2013

Los documentales tienen fama de ser aburridos, pero parece que eso está cambiando. Filmes como “Pina”, de Wim Wenders, o “More Than Honey”, de Markus Imhoof, se ven a sala llena. ¿Revive el género en Alemania?

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Imagen: Donata Wenders

El director alemán Win Winders nunca lo hubiera soñado: su documental “Pina”, sobre la gran figura de la danza contemporánea Pina Bausch, fue un éxito de taquilla en 2011/2012 y sentó un precedente de alta calidad difícil de superar en el género de no ficción. Más de 500.000 personas vieron la historia de la compañía de la bailarina y coreógrafa alemana, a pesar de que “Pina” no es una obra fácil, ni en la forma ni en cuanto al contenido. La otra sorpresa la dio, poco después, “Gerhard Richter Painting”, un retrato del artista Gerhard Richter, que atrajo a cerca de 100.000 espectadores. En la película se ve al pintor nada menos que trabajando en su atelier de Colonia.

Para pensar e inspirarse

“El público ya se cansó de la televisión y busca temas que lo inspiren”, dice el director alemán Thomas Riedelsheimer, autor, entre otras obras, de “Breathing Earth” (La respiración de la Tierra), acerca del artista japonés Susumu Shingu, y de “Seelenvögel” (Pájaros del alma), nominada para el premio Grimme. Según él, los éxitos cinematográficos de los últimos años son algo más que un revival del documental. “Nunca antes se produjeron tantos documentales como ahora”, dice, y explica que se trata de un nuevo fenómeno, resultado del anhelo de volver a lo auténtico en un mundo plagado de realidades virtuales.

El cineasta Thomas Riedelsheimer cree que "el público se cansó de la televisión".
El cineasta Thomas Riedelsheimer cree que "el público se cansó de la televisión".Imagen: T. Riedelsheimer/Filmpunkt

De ser así, la televisión está desaprovechando esa tendencia, señala Riedelsheimer, ya que los documentales televisivos, al contrario de los de la pantalla grande, han perdido calidad. “Las emisoras se ocupan cada vez menos del género, y muchas ya ni siquiera los toman en cuenta para su programación”. La segunda cadena alemana estatal de televisión, ZDF (Zweites Deutsches Fernsehen), es un ejemplo de ello.

Escena de ''More than Honey'', de Markus Imhoof.
Escena de ''More than Honey'', de Markus Imhoof.Imagen: Senator Film

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Rolf Bergmann, redactor en el departamento de Documentales del canal alemán RBB (Rundfunk Berlin-Brandenburg) relativiza el fenómeno. “Es exagerado decir que los documentales están por desaparecer de la televisión, en especial si se compara la situación con la que había en los años 80 y 90. Año tras año se produce una gran cantidad de documentales extensos, y tanto el ZDF como la primera emisora alemana estatal, ARD, se ocupan de formar a documentalistas y trabajan en cooperación con escuelas de cine”, dice Bergmann.

De hecho, las emisoras públicas alemanas son importantes socios en coproducciones, posibilitando la concreción de diversos proyectos, entre ellos, formatos nuevos y arriesgados, como el reportaje en tiempo real “Berlín en 24 horas”, producido por el RBB y por la emisora germano-francesa ARTE. El documental fue emitido por primera vez en 2009. “Nunca se vio algo así”, dice Bergmann. En cuanto a los horarios de emisión, ya entrada la noche, Bergmann explica que “así se evita la presión del rating, que en Alemania es mucho menor después de las 22:00 hs. Y en la era de Internet, los documentales también se pueden ver independientemente del lugar y del horario de programación”.

Rolf Bergmann, de RBB, dice que "se produce gran cantidad de documentales para televisión".
Rolf Bergmann, de RBB, dice que "se produce gran cantidad de documentales para televisión".Imagen: Privat

Sin tiempo que perder

A pesar de algunos éxitos de taquilla, esta no es en absoluto la época dorada del film documental. Sin embargo, en vista del abaratamiento de costos de producción que implican y de la gran aceptación del público, aumentan las oportunidades de que se los aprecie como se debe. Después de “Pina”, en 2012, en 2013 “Mata primero” y “Open Heart” –ambos documentales con participación alemana- fueron nominados para el Oscar, uno de los muchos factores que tal vez hagan posible que los responsables de la programación de canales de televisión se arriesguen a darle el lugar que se merecen. Algo que también desea la cineasta alemana Doris Dörrie, autora de “Hambre de realidad”, el texto que promociona los documentales en un prospecto de la ARD. Según ella, el éxito de los documentales en el cine es una muestra del creciente interés del público en el género: “En el cine ya se ha comprobado, y la televisión no debería perder más tiempo”.

Autor: Phillip Jedicke/ Cristina Papaleo

Editora: Emilia Rojas-Sasse