Avión proveniente de Múnich no llevaba armas a Caracas
21 de marzo de 2014La oficina de aduana del Aeropuerto de Múnich refutó este viernes (21.3.2014) un rumor que mantuvo en vilo a muchos venezolanos –dentro y fuera de su país– durante varios días. El pasado 19 de marzo, Idania Chirinos, directora de contenidos del canal de noticias colombiano NTN24, citó a una fuente anónima según la cual ochenta toneladas de armamento antimotines estarían por llegar a Caracas provenientes de Alemania. El informante se identificó como un piloto radicado en Estados Unidos.
Preocupados por la brutalidad con que el Gobierno venezolano viene reprimiendo las manifestaciones de descontento popular desde principios de febrero, numerosos ciudadanos recurrieron a la red social Twitter e hicieron circular mensajes con los datos del vuelo para llamar la atención de las autoridades germanas. En ellos se alude al vuelo KYE 503 de un Boeing 747-400, matrícula N901AR, perteneciente a la empresa estadounidense Sky Lease Cargo. La ruta descrita en los tweets: Buenos Aires–Miami–Múnich–Caracas.
El vocero del Aeropuerto de Múnich, Robert Wilhelm, confirmó la veracidad de esos datos y anunció que el avión aterrizaría en Alemania a las 11 de la noche del jueves (20.3.2014). En entrevista con Deutsche Welle, el portavoz de su oficina de aduana, Thomas Meister, aseguró que la alarma generada por el vuelo KYE 503 no cayó en oídos sordos. “El avión fue revisado y se constató que venía vacío. Y el cargamento que la nave vino a recoger en Múnich no tiene nada que ver con lo que se temía [armamento antimotines]”, señaló Meister.
Falsa alarma
El funcionario explicó que el secreto fiscal le prohíbe describir el cargamento de un avión frente a terceros. Pero, considerando que el equipo de una policía antidisturbios también puede contener objetos difíciles de identificar como armamento a primera vista –guantes y máscaras, por ejemplo–, Deutsche Welle repreguntó si la carga incluía cualquier tipo de material susceptible de ser utilizado para reprimir protestas de calle. “Pueden estar tranquilos. La nave no llevará a bordo nada de lo que algunos temían”, subrayó Meister.
El pronunciamiento del servicio aduanero muniqués disipará la angustia de más de uno. No obstante, cabe preguntarse qué circunstancias propiciaron que el rumor en torno al avión de Sky Lease Cargo cobrara tanta fuerza. Uno de los factores es el desasosiego de una población que lleva siete semanas expuesta a los excesos de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano y a la censura de los medios independientes. Otro es el hecho de que el país caribeño sobresalga como el segundo mayor importador de armamento de América.
Un estudio del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) presentado el 17 de marzo revela que las compras de material bélico de Venezuela sólo son superadas por las adquisiciones de Estados Unidos. Por su parte, la empresa rusa Rostec –uno de los fabricantes de armamento más grandes del mundo–, hizo público hace poco que la compañía tenía contratos con el Estado venezolano valorados en 12.000 millones de dólares.
¿Un rumor verosímil?
Otro elemento que le dio un halo de verosimilitud al rumor de que Sky Lease Cargo transportaría ochenta toneladas de armamento a Venezuela es el supuesto de que esa firma –fundada en 2008– opera chárters militares que van y vienen de Europa y el Medio Oriente. Su propietario, Alfonso Conrado Rey, habló al respecto en una entrevista con el diario The Miami Herald, publicada el 17 de marzo de 2013. Deutsche Welle procuró ponerse en contacto con el empresario argentino, pero los intentos no fueron correspondidos.
En tiempos tan convulsos como los que se viven en Venezuela, muchos se preguntarán si el informante anónimo de la cadena NTN24 tenía buenas o malas intenciones al advertir que un avión de carga transportaría un arsenal hasta Caracas para poner coto a las protestas. Por otro lado, algunos se preguntarán si la mención de la empresa Sky Lease Cargo fue una arbitrariedad o si existe algún vínculo entre el empresario Alfonso Conrado Rey y el Gobierno de Nicolás Maduro.