Basquetbolistas paralímpicos luchan por ir a Tokio 2021
22 de octubre de 2020A la seleccionada alemana de baloncesto en silla de ruedas Barbara Groß se le comunicó en julio pasado que no podrá participar en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021. La razón: su hándicap no es suficiente para participar, según los criterios del Comité Paralímpico Internacional (CPI). "Estuve en shock durante varios días. No podía creer lo que había pasado", dijo a DW Barbara Groß.
La joven de 26 años agradeció la gran solidaridad que le mostraron sus compañeras del seleccionado alemán: "Tengo un equipo impresionante. En dos horas recibí llamadas de todas las jugadoras y entrenadores. Todos dijeron que me apoyarían".
Cinco medallas en grandes competiciones
Hace cinco años que Groß forma parte del seleccionado alemán. En los Juegos Paralímpicos de Río 2016 ganó la medalla de plata y una de bronce en los Campeonatos Mundiales de 2018. En los Campeonatos Europeos también tuvo éxitos: oro en 2015, plata en 2017, bronce en 2019.
Junto a Groß, otros ocho jugadores de baloncesto en silla de ruedas fueron notificados de que no podrán participar en Tokio 2021, por no cumplir con los requisitos del "Código de Clasificación" del CPI. Varios de ellos habían representado a sus países en importantes eventos internacionales sin que se objetara el grado de su discapacidad. El procedimiento de apelación está en curso y puede durar hasta siete meses. "No puedo cambiarlo. Finalmente es el comité el que examina mi solicitud y evalúa si me admiten o no", señaló Groß.
Impresionada por el apoyo mundial
La capitana de la selección alemana, Mareike Miller, quien co-lidera las protestas contra la exclusión de los basquetbolistas, calificó el proceso como "una situación agotadora y estresante": "Seguimos esperando para saber quién podrá competir con nosotros en los Juegos Paralímpicos y qué reglamentos están en juego", subrayó a DW Miller.
No solo Alemania reaccionó indignada ante la exclusión de los deportistas. "El mundo del baloncesto en silla de ruedas es más bien pequeño, todos se conocen muy bien", manifestó Barbara Groß. "He contado con apoyo, pero me sorprendió e impresionó muy positivamente que sea tan grande”, añadió.
Más de 19.000 personas firmaron una petición en favor del británico George Bates, en la que se exige un cambio en el código de clasificación del CPI. 14 equipos nacionales de baloncesto en silla de ruedas, incluyendo los equipos femeninos y masculinos alemanes, así como 23 miembros de otros equipos nacionales, pidieron al CPI que permitiera a los deportistas asistir a Tokio.
El ultimátum del CPI
El Comité Paralímpico Internacional reaccionó con una "carta abierta" en Internet. En esta, los dirigentes de la institución culpan a la Federación Internacional de Baloncesto en Silla de Ruedas (IWBF) por la polémica. La IWBF es la única federación mundial de deportes para personas con capacidades diferentes que no ha implementado completamente el código de clasificación del CPI, que fue aprobado en 2015. De no aplicar el código, el CPI emitió un ultimátum para que el baloncesto en silla de ruedas sea retirado del programa de los Juegos Paralímpicos de 2024 en París. La IWBF ha rechazado las acusaciones.
"El CPI no niega el hecho de que estos atletas tienen una discapacidad, claramente la tienen", respondió a DW el Comité Paralímpico Internacional. "Sin embargo, los atletas en cuestión no tienen una minusvalidez que califique en las diez clases de discapacidad reconocidas que les dan derecho a competir en los deportes paralímpicos". El CPI da a los atletas afectados pocas esperanzas de un cambio: "Los atletas no calificados no podrán competir en los Juegos Paralímpicos de Tokio".
"El baloncesto en silla de ruedas me ha hecho salir adelante"
Barbara Groß sufrió un grave accidente automovilístico en 2002 cuando tenía ocho años. Tras el accidente se sometió a varias operaciones, pero los daños en sus rodillas y tobillos eran irreparables. A pesar de que no tiene que usar una silla de ruedas en la vida diaria, Barbara Groß todavía tiene dolor y sus articulaciones todavía tienen una movilidad reducida.
Fue su madre quien finalmente la incentivó a jugar baloncesto en silla de ruedas. "Esta es definitivamente una de las cosas más importantes que me han pasado en la vida. El baloncesto en silla de ruedas me ha hecho salir adelante", afirmó Groß.
Barbara Groß aún no ha renunciado a su sueño de jugar en Tokio: "Mientras no reciba una respuesta negativa a la apelación, me diré a mi misma que estaré ahí”. ¿Y si no?: "Entonces aprenderé de alguna manera a lidiar con el resultado”.
(ju/er)