Bruselas propone un plan de rescate europeo
26 de noviembre de 2008El plan europeo pretende limar las diferencias entre los países miembros sobre cómo enfrentar una “crisis excepcional que requiere una respuesta excepcional”, según palabras del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al presentar la propuesta en Bruselas.
El programa para reactivar la coyuntura económica europea de 200.000 millones de euros, es equivalente a 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la UE y será todavía estudiado por el Consejo Europeo el 11 y 12 de diciembre próximos. La noticia sorprendió a gobiernos de los países miembros, pues hasta ahora se creía que el monto del paquete europeo sería de 130.000 millones, es decir, 70.000 millones menos. La mayor parte de los recursos, unos 170.000 millones serán aportados por los Estados miembros, mientras que la cantidad restante provendrá de las arcas comunitarias y el Banco Europeo de Inversión.
Adicionalmente se espera que el Banco Central Europeo (BCE) reduzca sus tasas de interés durante la reunión del Consejo del BCE la próxima semana en Fráncfort. Según analistas consultados por agencias, la reducción en el precio del dinero podría llegar hasta 0,75 puntos básicos, después de que el BCE bajara las tasas en medio punto en octubre y nuevamente en noviembre. Actualmente la principal tasa de interés se encuentra en el 3,25 %. El BCE también revisará a la baja sus previsiones de crecimiento.
Coordinar medidas nacionales
El plan de rescate europeo anunciado en Bruselas prevé, entre otras medidas, coordinar los programas de rescate anunciados por los distintos países miembros, incluida la rebaja del IVA de 2,5% anunciada por el primer ministro británico Gordon Brown, medida que Francia y Alemania se han rehusado a secundar. “Se trata de maximizar los efectos de las medidas nacionales para que un aumento de la demanda en un país impacte positivamente en la economía de sus vecinos y evitar que las acciones de un gobierno tengan repercusiones negativas sobre el resto.”, dijo Barroso en una conferencia de prensa.
El programa europeo contempla inversiones en infraestructura, protección al medio ambiente, fomento a la investigación y la innovación así como un relajamiento de los lineamientos de ayudas de la UE. Según Barroso, se trata de aumentar la demanda a través de acciones coordinadas en la inversión, la eficiencia energética y las tecnologías limpias.
Parte de las ayudas, unos 5.000 millones de euros, serán destinadas a impulsar la descalabrada industria automotriz, incentivando la fabricación de automóviles más ecológicos y seguros. Alemania, que tiene previsto destinar estímulos a la economía real de unos 30.000 millones de euros, prevé también contraer nuevas deudas por unos 18.000 millones, según fuentes del ministerio alemán de Economía. Inicialmente se preveía un nuevo endeudamiento de 10.500 millones.
Flexibilización del pacto de estabilidad
El ejecutivo comunitario dejó en claro que no se suspenderá el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE que obliga a mantener el equilibrio presupuestario y sanciona los déficit públicos que excedan la marca del 3% del PIB. Sin embargo, Barroso reconoció que se utilizará el máximo de flexibilidad del pacto de manera que los países puedan endeudarse más excepcionalmente. El pacto permite cierta flexibilidad en el análisis de los déficits excesivos cuando la desviación del 3% sea provocada por circunstancias excepcionales y tenga un carácter limitado.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, advirtió que la iniciativa puede perder eficacia si lo que prevalecen son los intereses particulares y agregó que se alcanzará el éxito si se logra recuperar la confianza de los inversionistas y consumidores. También apuntó que las medidas fiscales tienen que ser temporales y reversibles una vez que desaparezca la recesión.
La propuesta de Bruselas fue dada a conocer un día después de que Estados Unidos anunciara una inyección de 800.000 millones de dólares con el objetivo de promover el crédito a las familias y a las pequeñas y medianas empresas. Es la segunda medida de emergencia después del plan de rescate al sector financiero de 700.000 millones de dólares lanzado hace dos meses.
Durante una cumbre franco-germana hace dos días, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, exhortaron al resto de los gobiernos europeos a realizar una intervención pública rápida y decisiva para impedir daños irreversibles a la economía europea. Ambos mandatarios recordaron que la crisis bancaria es la más fuerte de los últimos 70 años, que la mayoría de los países miembros registra sus peores resultados en años por lo que será inevitable que rebasen la marca del 3% del déficit público con respecto al PIB. La próxima cumbre del Grupo de los Veinte (G20) tendrá lugar el próximo 2 de abril en Londres, en donde se espera que participe el electo presidente de Estados Unidos, Barack Obama.