Científicos simulan experiencias extracorporales
24 de agosto de 2007Un diez por ciento de la población dice haber tenido alguna vez la sensación de abandonar su propio cuerpo. No es necesario creer que algo así sea posible, pero tampoco imprescindible pensar que la sensación no se pueda producir.
De hecho, en la École Polytechnique Fédérale de Lausana, en Suiza, y antes en la University College de Londres y en el Instituto Karolinska de Estocolmo, científicos europeos han conseguido con un sencillo mecanismo hacer pensar a quienes quisieron someterse a la prueba que se veían a sí mismos fuera de su carne y huesos.
“Este experimento podría hacerse igual con monos”, explica el filósofo alemán Thomas Metzinger a la revista germana Spiegel Online. “Rellenar el formulario les costaría un poco más de trabajo, pero todo lo demás funcionaría sin problemas”.
Ciencia de cuerpo y alma
Metzinger trabaja en Lausana con Olaf Blanke, un neurólogo. En este estudio, las cuestiones del alma y las del cuerpo se mezclan, por eso científicos de las ramas naturales duras comparten laboratorio con quienes se preguntan por las incógnitas existenciales del ser humano.
El experimento funciona de la siguiente manera, describe Spiegel: la persona se coloca unas gafas especiales que le permiten ver en tres dimensiones. Una cámara, situada a su espalda, graba su cuerpo y las imágenes son proyectadas en los anteojos, de manera que la persona se ve a sí misma por detrás. Entonces, el científico comienza a tocarle la espalda. La persona observa a través de las gafas como una mano recorre su columna vertebral, pero la sensación que tiene es la de haber abandonado su cuerpo y estar contemplándose desde fuera.
“Out of body experience”
Pacientes que sufren enfermedades neurológicas o que han sido víctimas de una embolia. Personas que durante unos segundos estuvieron clínicamente muertas, o sometidas a situaciones de estrés excesivo o cansancio físico desmesurado. Éstos suelen ser los clásicos casos que describen quienes dicen haber vivido una “out of body experience”, o OBE, como se conoce a la sensación.
Los científicos esperan descubrir con estos experimentos más sobre los motivos que se esconden tras las visiones del propio cuerpo. Por ejemplo, qué parte del cerebro juega un papel activo en la ilusión. Para los filósofos, la cuestión se adentra en terrenos más pantanosos. Los experimentos demuestran con qué facilidad se puede manipular la sensación del “yo”, y cuán esta sensación aparece ligada a la existencia de lo físico.