El modelo exportador alemán en entredicho
17 de marzo de 2010Como Christine Lagarde, otros en la Unión Europea también ven una desproporción entre las exportaciones y las importaciones alemanas con respecto a otros países de la Unión Europea. Para que esta situación cambie, Alemania debería fortalecer su demanda interna. El Gobierno alemán, por su parte, rechaza estas afirmaciones.
Las críticas acerca del tema aparecen y vuelven a desaparecer de vez en cuando: Alemania y su fuerte economía exportadora ahoga a los demás países, acentuando así las desigualdades existentes en el comercio global, y, especialmente, dentro de la UE.
Alemania, gran país exportador
De hecho, Alemania pertenece a los países con uno de los mayores superávits, es decir, que las empresas alemanas exportan muchos más productos de los que llegan a Alemania de otros países. En 2009, los exportadores alemanes sufrieron graves pérdidas debido a la crisis económica y perdieron su jerarquía de campeones mundiales en exportación, entregando el título a los chinos. Aún así, las exportaciones superaron a las importaciones en 136 mil millones de euros.
Este alto superávit “pone a nuestros socios comerciales contra la pared”, dice, por ejemplo, el economista Gustav Horn. Para Dierk Hirschel, economista de la Unión de Sindicatos Alemanes, el problema está en el mercado interno alemán: “Tenemos un problema en el desarrollo del mercado interno. Desde comienzos de la unión monetaria europea, en 1999, el mercado interno no logra agilizarse, y el consumo privado está en baja por la recesión. Esto depende esencialmente del desarrollo del ingreso per cápita. Y es también un problema para nuestros vecinos del sur de Europa, ya que, cuanto más cae el mercado interno, menos pueden exportar a Alemania dichos países. Por eso, una cosa depende de la otra”, explica Dierk Hirschel.
Alemania, ¿responsable de crisis griega?
A raíz de eso, Alemania también sería corresponsable de la crisis griega, agrega Hirschel. En realidad, Alemania mejoró notablemente su competitividad a nivel internacional en los últimos años a costa del mercado interno, por ejemplo, con resultados nulos en las negociaciones por aumentos salariales.
Empero, querer utilizar este aspecto positivo en contra de la economía alemana es muy aventurado, piensa el presidente de la Unión Alemana de Comercio Mayorista y Minorista, Anton Börner. “Está claro que es un sinsentido total. Es la crítica de países con déficits y cuya economía no ha salido adelante como la nuestra. Dicho impulso es el resultado de la dura labor de los trabajadores alemanes. Y el hecho de que seamos buenos y de que nuestros productos se demanden en el mercado mundial es una señal de fortaleza. Y, además, es la base de nuestro bienestar, ya que, sin demanda no podemos pagar los sueldos ni el sistema de seguridad social. Es decir, que la discusión cae en el vacío”, opina Anton Börner.
Sueldos más altos, competitividad y consumo
El debate también es material para los sindicatos, que denuncian hace tiempo que los sueldos están cayendo en picada en Alemania. Además de sueldos más altos, también una reducción impositiva podría estimular el consumo privado. El Gobierno alemán planea dicha reducción fiscal, pero no puede imponer aumentos de sueldo, ya que eso es cosa de las paritarias o convenios entre empresas y trabajadores. Los sindicatos piden también más inversiones públicas y un nivel salarial más alto.
“Lo que se puede hacer es terminar con el sector salarial más bajo, y ya hay propuestas al respecto. Esto implica cambiar el salario mínimo, aplicar la regla de ‘a igual trabajo, igual salario', y poner coto a los contratos laborales por sumas mínimas, como los ‘mini-trabajos' o los ‘trabajos por un euro'. Esa sería una estrategia que conduciría, a mediano o largo plazo, a que los sueldos vuelvan a aumentar en Alemania más de lo que lo hicieron en el pasado”, subraya Anton Börner. Y con eso se lograría fortalecer al mercado interno.
Los países con déficit deben recuperarse
Pero la discusión no termina allí. También el presidente de EE.UU., Barack Obama, exigió recientemente a las naciones exportadoras que equilibraran las desigualdades del comercio internacional. Al mismo tiempo, Obama pretende impulsar las exportaciones estadounidenses.
Que se debe luchar contra las desigualdades, está claro. Pero Anton Börner piensa que son los países deficitarios los que deben recuperar la energía: “Hay países con los cuales tenemos un balance comercial equitativo, y eso significa que son los países con déficit los que deben recuperarse. Porque no es que nosotros hagamos mejores negocios cuando los demás tienen problemas, sino que haríamos negocios mucho más rentables si se diese un balance equilibrado en un nivel en el que todos estuvieran bien. Esa es la cuestión clave, no reducir nuestra competitividad, que es nuestra garantía de futuro, sino que los otros hagan sus deberes, que traten de seguir la tendencia en alza, y, para lograrlo, tienen que mejorar”, afirma el el presidente de la Unión Alemana de Comercio.
A pesar de eso, a la economía alemana también le convendría reducir su fuerte dependencia de las exportaciones. Las grave disminución en un cinco por ciento en el rendimiento económico en 2009 también tuvo que ver con que Alemania concentró todas sus fuerzas en la exportación. Y otro riesgo que acecha es que, si caen las exportaciones, muchos puestos de trabajo se verán afectados. Después de todo, cada tercer empleo alemán depende de la exportación, en total, cerca de 13 millones de puestos de trabajo.
Autor: Henrik Böhme/ Cristina Papaleo
Editor: José Ospina-Valencia