El paquete integral se discute en Cumbre en Bruselas
23 de marzo de 2011El primer ministro luso, José Sócrates, unió su destino político a la aprobación por su cámara legislativa de medidas de austeridad. Y fueron rechazadas. Sócrates ha anunciado su renuncia. Se esperan elecciones en mayo.
Pocas horas antes de una cumbre decisiva para la estabilidad del euro, la moneda europea caía frente el dólar debido a la decepción ocasionada por el aplazamiento de una decisión sobre el incremento de su fondo de rescate (EFSF).
La canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se han esforzado por tener listo, puntualmente para la Cumbre de Primavera del Consejo Europeo, el “paquete integral” de medidas para la estabilización de la zona euro. Se trata de que ésta no sea más azuzada por las crisis y que pueda enfrentar a los mercados con un concepto claro. Después de largos preparativos, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la Unión Europea acabarán de debatir y decidir el tema, pero no esta vez como se esperaba, sino apenas en junio.
Intereses en Berlín
Por otra parte, el socio liberal en la coalición de Gobierno de Berlín, frunce el ceño, ellos quieren una renegociación del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM), como instrumento permanente. Se trata del fondo de emergencia para los Estados de la zona euro que entren en insolvencia, al cual Alemania deberá aportar en total 22 mil millones de euros. También los otros 16 miembros de la eurozona aportan al fondo, de acuerdo con su economía y con su tamaño. El mecanismo entraría en vigor en julio de 2013.
El FDP quiere lograr que Alemania aporte su parte del capital en cuotas, para no desestabilizar el presupuesto nacional. Inquietud causa también que haya planes de que el mecanismo pueda comprar ahora bonos estatales de países en aprietos. En ello ven algunos una violación del tratado europeo en el cual consta que las deudas de un Estado no pueden ser asumidas por otro.
El paraguas permanente enfada a Helsinki
Este fondo permanente de salvataje deberá contar con un capital de 500 mil millones de euros: 80 mil en capital disponible y el resto en garantías estatales. Con el mecanismo se podrá conceder créditos, sólo a los Estados de la zona euro, cuando la moneda única se encuentre en peligro. Las decisiones de esta nueva institución financiera internacional deberán ser tomadas por los 17 Estados miembros, por unanimidad.
Está previsto que el ESM reemplace al fondo de salvataje que existe en este momento, que fue decidido ad hoc hace un año. Este último cuenta con 250 mil millones de euros proveniente de los países de la eurozona. El monto resultó demasiado pequeño y hasta julio de 2013 deberá ser ampliado en 440 mil millones de euros. Para lograrlo, las seis economías más fuertes de la zona euro deberán doblar sus garantías.
Sorprendentemente, Finlandia, una de esas seis economías, no está de acuerdo. Por eso habrá que esperar a que pasen las elecciones a mitad de abril para tomar una decisión. Un fuerte partido de oposición en Finlandia, un “euroescéptico”, no está de acuerdo con nuevas ayudas a países en aprietos y pone en apuros a la coalición gubernamental. Por el momento, Helsinki ha disuelto su Parlamento en espera de las elecciones del 17 de abril. Así que no se podrá tomar decisiones hasta entonces.
Multas más severas
Al primer ministro luxemburgués y jefe de la eurozona, Jean-Claude Juncker, le es muy importante que el remozado pacto de estabilidad sea aprobado en esta cumbre. Este nuevo pacto prevé multas en casos de deuda pública demasiado alta. A este respecto, la canciller Angela Merkel anunció ya que Alemania, por el momento, atenta contra la regla. A 60 por ciento del PIB puede ascender la deuda; a un 80 por ciento asciende en este momento la de Berlín. Los ministros de Finanzas son los que decidirán sobre las sanciones; no habrá una punición automática de los violadores del pacto de estabilidad.
Palabra de honor
En el “Pacto por el Euro”, que pretende incrementar la competitividad e impedir nuevas turbulencias financieras, los miembros de la zona euro se comprometen a llevar a cabo reformas en sus sistemas económicos y sociales. Rigor presupuestario y reducción de la deuda estatal deberán tener prioridad. Esto fue lo que Angela Merkel exigió a cambio de su disposición a aumentar el fondo de rescate. Cabe resaltar que este pacto no es un tratado, es más bien una promesa que harán los 27 jefes de Estado y de Gobierno. Desde la década de los noventa ha habido innumerables decisiones al respecto, comenta Juncker, “ahora se trata de llevarlas a la práctica”.
Según dijo a Deutsche Welle Michael Hüther, director del Instituto de la Economía Alemana, el paquete de medidas está enfocado en la dirección correcta. Tan importante es que el otorgamiento de créditos de emergencia esté unido a condiciones estrictas como que las promesas para aumentar la competitividad sean convertidas en realidad.
El paquete que discutirán en pocas horas en el Consejo en Bruselas prevé también que los acreedores privados que tengan bonos de Estados en dificultades participen en las pérdidas y la reestructuración de la deuda, algo totalmente normal en procesos privados de insolvencia.
No obstante, esto sumado al retraso en la ampliación del EFSF, a la inminencia del colapso portugués y a la inseguridad frente al paquete integral, han tenido como consecuencia que los intereses de la deuda de Grecia, Irlanda y Portugal -que quería con sus medidas de austeridad no tener que echar mano al fondo de salvataje- escalen a las alturas. Nubarrones se ciernen sobre la cumbre del euro.
Autor: Bernd Riegert/Mirra Banchón
Editora: Rosa Muñoz Lima