Difícil situación
25 de mayo de 2003El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, se ha convertido en el portador de las malas noticias de la nación. Un papel ingrato el que le toca escenificar en un momento en el que Alemania se encuentra al borde de la recesión. Por un lado hay que impulsar la economía nacional, por el otro hay que cumplir con las estipulaciones del Pacto de Estabilidad, lo que significa que el déficit presupuestario nacional no exceda el nivel del 3% del Producto Interno Bruto. Las llamadas de atención por parte de la Unión Europea se han suavizado ante la perspectiva de que pronto se implemente en Alemania la "Agenda 2010" que promueve por estos días el gobierno encabezado por el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder. Sin embargo aún no está claro si el canciller logrará reunir el apoyo necesario para que el paquete de medidas de reformas drásticas pueda ser implementado.
Más endeudamiento, menos inversiones
Las reformas realmente deben ser drásticas, pues la cifra por ahorrar también lo es. Ni en domingo se deja descansar al pueblo alemán 'víctima' de una ola constante de malas noticias. Según declaraciones hechas por el ministro Eichel este domingo, se requiere el ahorro de 15.000 millones de euros si se quiere aprobar un presupuesto acorde con la Constitución.
Según la Constitución, el endeudamiento no puede superar a las inversiones, salvo que se declare una especie de estado de excepción económica, lo que ocurrió el año pasado y volverá a hacerse en este. Sin embargo, Eichel quiere hacer todo lo posible por mantener el déficit dentro de los márgenes permitidos por el Pacto de Estabilidad, para evitar que el procedimiento contra Alemania se traduzca en el pago de sanciones.
Hace falta confianza
La pregunta que preocupa a los alemanes es dónde pretende ahorrar el ministro Eichel, quien no lo especifico, pero dijo claramente que habrá recortes en cada una de las carteras. Recortes por 15.000 millones de euros significan al final del camino un aumento del desempleo. ¿Cómo se pretende impulsar el motor económico alemán si los consumidores no pueden gastar porque están desempleados y los que no están en paro ahorran por el temor a poder estarlo? Muchos analistas indican que la crisis por la que atraviesa Alemania es en primera instancia una crisis de falta de confianza, de falta de confianza en el futuro, en el gobierno, en la economía. Tal vez la primera fórmula para recuperar la confianza, la paz y la tranquilidad, sería no dar este tipo de noticias en domingo.