Alemania: el debate sobre Taurus para Ucrania sigue abierto
6 de marzo de 2024El escándalo de las escuchas telefónicas apenas parece haber cambiado las diferentes posiciones políticas sobre los misiles Taurus, sino que más bien las ha solidificado.
En cualquier caso, el canciller alemán quedó en ridículo. Después de todo, justificó su negativa a suministrar los misiles de crucero a Ucrania diciendo que sólo los soldados alemanes podían programar los objetivos para esa sofisticada arma.
Sin embargo, en la grabación de la conversación, el jefe de las fuerzas aéreas Ingo Gerhartz y otros tres oficiales afirman que los soldados ucranianos también podrían manejar los misiles tras varios meses de entrenamiento.
Ni siquiera los miembros del Gobierno de coalición de socialdemócratas (SPD), Verdes y liberales (FDP) se molestan en ocultar la evidente contradicción.
La experta en defensa de los liberales, Marie-Agnes Strack-Zimmermann, por ejemplo, aseguró a la televisora pública alemana ZDF que la conversación interceptada había "destruido efectivamente el argumento del canciller para negarse a la entrega a Ucrania".
Ahora más que nunca o ahora bajo ninguna circunstancia
El político experto en defensa Roderich Kiesewetter, de la oposición cristianodemócrata (CDU), no se anda con rodeos. Las razones esgrimidas por Scholz son "razones falsas", escribe Kiesewetter a DW.
"No hay razones técnicas ni jurídicas que hablen en contra de la entrega de Taurus. En este sentido, ya es hora de que el canciller autorice finalmente la entrega, tras diez meses de retraso". De lo contrario, cree Kiesewetter, se dará curso a la narrativa de Putin.
En los extremos izquierdo y derecho del espectro partidista se llega a la conclusión contraria.
Janine Wissler, líder de La Izquierda, declaró a Der Spiegel: "En cuanto al contenido, las conversaciones muestran una vez más muy claramente que la entrega de misiles de crucero Taurus sería extremadamente peligrosa y que posibles ataques hasta Moscú podrían desencadenar una espiral de escalada sin precedentes".
Björn Höcke, del partido ultraderechista AfD, se dirigió a Scholz en la plataforma X: "¡No pase a la historia como el hombre cuya decisión de suministrar misiles de crucero desencadenó la Tercera Guerra Mundial!".
¿Desconfía Scholz de Ucrania?
Incluso después de la filtración, Olaf Scholz no ve motivos para dar marcha atrás en su postura. "Es inaceptable entregar un sistema de armamento que llega muy lejos y luego no pensar en cómo puede tener lugar el control sobre esa arma", dijo Scholz en un debate.
"Si se quiere tener el control, y eso sólo funciona si participan soldados alemanes, para mí está fuera de lugar", añadió. Y, como si hiciera falta recalcarlo, insistió: "Yo soy el canciller".
Algunos especulan que hay algo más detrás de la negativa de Scholz. O sea, desconfianza en el Gobierno de Kiev, dudas sobre si Ucrania sería capaz de disparar los misiles contra objetivos en Rusia. Tienen un alcance de unos 500 kilómetros, así que también podrían alcanzar objetivos en Moscú.
La negativa no parece ser absoluta
Sin embargo, la negativa de Scholz no parece tan rotunda, pese a todo. Al menos así lo cree el experto en política exterior del partido socialdemócrata Nils Schmid: "Los obstáculos técnicos, constitucionales y estratégicos son mayores que para otros sistemas de armamento. Pero eso no excluye la posibilidad de que el Gobierno llegue a una conclusión diferente en el futuro y se decida a favor de una entrega", dijo a medios alemanes.
En sentido estricto, el no de Scholz no es realmente absoluto. Dijo: "Si se quiere tener el control y eso sólo funciona si participan soldados alemanes, queda totalmente descartado". Esto podría significar que una entrega sería posible si no participan soldados alemanes. Scholz estaría dejando así una puerta abierta.
Kiesewetter, experto en defensa de los conservadores alemanes, considera de todos modos que los misiles de crucero deberían haberse entregado a Ucrania hace tiempo: "Debe quedar claro que si no se detiene a Putin en Ucrania, el riesgo de guerra aumentará masivamente para todos nosotros". Por eso, el comportamiento del canciller debilita la seguridad alemana y europea. El apaciguamiento, la tolerancia y las ofertas de negociación son vistos por Rusia como debilidad, como un incentivo para continuar".
(gg/rml)