El “hombre del agua” de India
14 de agosto de 2018Es de madrugada en la ciudad de Alwar, en el norte de India, 153 kilómetros al sur de la capital, Nueva Delhi. Decenas de mujeres se han reunido en una fuente pública para obtener agua para sus familias. Cada una de ellas trae numerosos recipientes y bidones para recoger la mayor cantidad de agua posible, ya que el suministro es limitado. Cuando sale la última gota del grifo, las mujeres que llegaron demasiado tarde se van con las manos vacías.
India está sufriendo la peor crisis de agua de su historia. Millones de trabajos están amenazados, según un informe reciente de la Institución Nacional para la Transformación de India, un comité asesor en temas políticos. De acuerdo con el informe, unos 200.000 indios mueren cada año debido a un acceso inadecuado al agua potable, y 600 millones se enfrentan a lo que se denomina "estrés hídrico extremo”.
Ese estrés es evidente cuando el agua deja de fluir de grifos públicos como éste en Alwar. Morchi Bai, de 55 años, se va con las manos vacías.
"No es la primera vez que el suministro de agua se detiene antes de que llegue mi turno. Hoy, tendré que rogarle una vez más a mi vecino por un cubo de agua”, cuenta Bai a DW.
"El gobierno tiene que abordar urgentemente nuestro problema”, critica.
Escasez de agua
En las zonas rurales de India, la población pobre es particularmente vulnerable a las condiciones meteorológicas extremas y al cambio climático. 63 millones de indios no tienen acceso a agua potable, según informa WaterAid, una organización que promueve el suministro de agua potable y saneamiento en todo el mundo.
Sin embargo, hay personas que luchan por conseguir un cambio.
Una de ellas es Rajender Singh, popularmente conocido como el "hombre del agua de India”. Se llama así porque ha devuelto agua a más de 1000 pueblos y 11 ríos. Para ello, ha ayudado a levantar muros de tierra, a recuperar lechos de ríos y a crear terraplenes a través de los cuales el agua siempre está en movimiento.
Por su labor en la gestión del agua, basado en la comunidad, ha sido galardonado con el premio Ramón Magsaysay y el Premio del Agua de Estocolmo, nada menos que el "Premio Nobel” del agua.
La organización de Singh, Tarun Bharat Sangh, está ubicada a tan sólo 65 kilómetros de Alwar, en el pueblo de Bheekampura. Pero la situación aquí es muy diferente.
Bheekampura es una zona naturalmente árida. Sin embargo, hay árboles frondosos de hoja verde y, además, es un lugar donde sopla el viento. El ambiente es agradable y seco y no se conoce el estrés hídrico. Las presas de tierra, construidas por los lugareños para capturar y conservar el agua de la lluvia, son muy habituales en el paisaje.
Shyoji Ram, de 92 años de edad, todavía recuerda claramente la construcción de una de esas presas junto a sus vecinos de Bheekampura y bajo la dirección de Rajender Singh, hace ahora 34 años. Compara un pasado oscuro con un presente mucho más brillante.
"Hay una gran diferencia”, dice Ram a DW. "Donde antes había tierra estéril ahora hay agua y árboles en flor. El río que antes corría seco ahora incluso se desborda a veces”, señala.
El pueblo consiguió acceder de nuevo a agua potable gracias a la técnica de Rajender. "Bloqueamos las corrientes monzónicas y usamos las laderas para recoger agua”, explica Ram.
Las mujeres en primera línea
Ram está dando una charla en el llamado "Parlamento del Agua”, un foro comunitario en el que cientos de agricultores se reúnen para discutir temas relacionados con el agua.
El foro tiene lugar en Bheekampura y congrega a los residentes de Alwar y de los distritos circundantes. Se trata de una conferencia que reúne a múltiples capas sociales de la sociedad india, hombres y mujeres de diferentes castas y religiones. Todos comparten el mismo problema.
En el evento, Singh agradece a la gente su esfuerzo en la protección de los suministros locales de agua.
"Un sistema de gestión comunitaria es el mejor método para tratar con los recursos naturales”, afirma. "En los últimos 34 años hemos construido 11.800 Annicuts (presas construidas en India para rellenar tuberías de agua), diques de contención y barreras de arena. Además, hemos podido suministrar agua a unos 250.000 pozos, que estaban secos desde hacía mucho tiempo”, explica.
En la reunión también explica el papel que desempeñan los "johads”, o presas de tierra, un antiguo método indio para recoger agua de lluvia, que puede ayudar a prevenir las inundaciones y a elevar los niveles de agua subterránea. Las paredes bajas de la presa ayudan a retardar el flujo de agua en la temporada de lluvias y permiten que el agua se filtre a través de la tierra, que permanecerá allí una vez que vuelve la sequía.
Las mujeres se ven particularmente afectadas por la escasez de agua en la India. Una de ellas, Lakhi Bai, del distrito de Karauli, asiste a la reunión para aprender a combatir la grave escasez a la que se enfrenta.
"Rajender nos aconsejó que formáramos grupos de autoayuda para mujeres. Tenemos que construir las estructuras necesarias para capturar y almacenar agua de lluvia”, explica a DW. Cada una de estas estructuras puede almacenar 1.500 metros cúbicos de agua por hectárea de tierra. Esto permite que el nivel del agua subterránea se eleve unos seis metros. "Esto es bastante evidente de ver en los pozos”, señala Bai.
El día en que no quede agua
La actual crisis de agua en India no puede posponerse, según Rajender. Hay que actuar inmediatamente. Cree que es absolutamente esencial el desarrollo de un sistema eficaz para la gestión y utilización del agua, que puede ser recogida en naves de almacenamiento, o como agua subterránea.
"Cuando India se independizó del dominio británico en 1947, 232 aldeas carecían de suministro de agua potable. El número ha aumentado hoy a 250.000. El riesgo de sequías se ha multiplicado por diez y la probabilidad de inundaciones es ocho veces mayor. La mayor parte de los cuerpos de agua están expuestos a los efectos de la contaminación ambiental, la minería de arena y la extracción de agua”, explica Rajender.
India alberga al 16 por ciento de la población mundial. Sin embargo, el país sólo dispone del cuatro por ciento de agua dulce del mundo.
Se espera que la demanda de agua se duplique para 2030. Esto podría empeorar el problema y causar escasez de agua a cientos de millones de personas.
El secretario del Ministerio de Recursos Hídricos de India, U.P. Singh, también es muy consciente del problema y de la importancia de lograr un suministro sostenible para el futuro. El país es el mayor usuario de agua subterránea del mundo, con un 25 por ciento del consumo mundial. "Esto se ha convertido en un problema hoy en día por la falta de sostenibilidad. Los acuíferos se están secando, y de la forma en que se está explotando el recurso hídrico, puede llegar un día en que ya no quede agua”, lamenta.
Con un pronóstico tan amenazador, el trabajo de Rajender Singh se vuelve aún más valioso.
Autor: Jasvinder Sehgal, Alwar, India (AR/ER)