Escándalo de Afganistán: misiones internacionales en duda
31 de octubre de 2006Tres de los por lo menos 20 soldados que están siendo investigados en el caso de la profanación de un osario en Afganistán han declarado su culpabilidad. "Los responsables confesaron, se mostraron contritos y acongojados por el asunto", informó el general Christof Munzlinger, comandante de la Brigada 18. Aunque no se dio a conocer la identidad de los soldados, el comandante puso de relieve que el comportamiento de los soldados alemanes ha provocado daños en la imagen de la Bundewehr y que pone en peligro la misión en Afganistán.
Castigar imposible
Por el macabro comportamiento, hasta el momento dos soldados han sido expulsados del Ejército; sin embargo, varios de los implicados no podrán ser castigados por estar fuera de funciones, justificó Thomas Raabe, el portavoz del Ministerio Alemán de Defensa. Las primeras fotos, publicadas por el diario Bild, datan de 2003; las que mostró la televisora RTL son de un año más tarde. El Ministerio de Defensa está convencido de que hay por lo menos un diario alemán de gran tirada más que dispone de fotos similares, aunque no las ha publicado. Las inculpaciones en cuanto a que las autoridades militares sabían del comportamiento poco digno de sus tropas han sido, sin embargo, negadas.
Las olas del escándalo
Independientemente de éstas o de cuántas fotos de este tipo aparezcan todavía, está claro que este incidente sumado a los de la costa de Líbano, nutren el debate desatado en Alemania en torno a la labor de la Bundeswehr en sus diez misiones de pacificación. Tanto es así, que quizá para aplacar un poco los caldeados ánimos, el ministro alemán de Defensa, Franz Josef Jung, anunció -por cierto, sin el visto bueno de la canciller Angela Merkel- que su cartera pretende retirar paulatinamente sus tropas de Bosnia Herzegovina, "porque las capacidades financieras y materiales del Ejército alemán son limitadas y la situación en Bosnia se ha normalizado".
Misiones actuales
Alemania tiene repartidos a casi diez mil soldados en diez misiones internacionales: en Bosnia 850 en el marco de las tropas EUFOR de la Unión Europea; 2730 participan en las tropas ISAF de Afganistán y se dividen entre las localidades de Kabul, Mazar e-Sharif, Kundus y Faisabad, en donde está previsto que se encarguen de tareas de reconstrucción civil así como de la seguridad en varios edificios públicos. Además hay tropas alemanas estacionadas en el Congo y, recientemente, frente a las costas de Líbano para controlar el paso de armas a las milicias de Hezbolá.
Alemania quiere estar presente
El cambio de curso de la presencia militar alemana -que después de la Segunda Guerra Mundial tuvo que andarse con mucha cautela- en el ámbito internacional se dio en 1999 bajo el gobierno de coalición socialdemócrata-verde, y fue precisamente el ex pacifista y ecologista Joschka Fischer quien como ministro de Exteriores envió a la guerra del Kosovo a los primeros efectivos alemanes armados. Desde entonces y paulatinamente, la presencia militar de Alemania en misiones internacionales es cada vez mayor. Precisamente, durante la última conferencia de seguridad se dio a conocer el Libro Blanco en donde se prevé dotar al ejército alemán de la capacidad para mantener 14.000 soldados en hasta cinco misiones simultáneas.
En resumen…
Las horrorosas fotos en Afganistán, los incidentes entre la fuerza aérea israelí y la marina alemana, la poca efectividad actual de las tropas estacionadas en Bosnia y la dudosa eficiencia de la misión en el Congo nutren las dudas y el debate político. Las posturas al respecto abarcan desde una negativa a toda misión en el exterior pasando por los exigen un mejor desarrollo de la estrategia para tales misiones hasta los que exigen mayor presencia internacional y mayor presupuesto. Todos coinciden, eso sí, en que Alemania requiere fortalecer su imagen en el escenario internacional. Más allá de los escándalos, por verse está si, y en qué manera, logrará Berlín esta nueva prueba de acrobacia.