"Falta voluntad política para combatir el machismo"
7 de marzo de 2023Leticia Bonifaz nació en Comitán, Chiapas, México. Es doctora en derecho y experta en derechos humanos e igualdad de género.
Luchadora incansable, en la actualidad, integra como única latinoamericana el Comité de la Organización de las Naciones Unidas que supervisa la aplicación de la Convención para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés). Este es el instrumento internacional clave en la defensa de los derechos de todas las mujeres y niñas, en los 189 países que lo han ratificado.
Con ocasión del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora cada 8 de marzo, DW entrevistó a Bonifaz, en exclusiva, desde Ciudad de México.
DW: ¿Cuáles son los principales desafíos en torno a la lucha contra la violencia contra las mujeres en Latinoamérica?
Leticia Bonifaz: El principal desafío que se tiene en torno a la lucha contra la violencia hacia las mujeres en Latinoamérica es el combate a la impunidad. No hay sanciones a los perpetradores de la violencia. Las denuncias no encuentran los cauces debidos, y esto genera que las víctimas se planteen la utilidad de denunciar o no denunciar.
Por otro lado, no hay acciones preventivas y de información, y no se está poniendo énfasis en las razones de por qué se ha exacerbado la violencia de los hombres en los ámbitos público y privado. Las masculinidades tóxicas siguen reproduciéndose.
Todas las acciones son posteriores a los sucesos consumados. Las políticas de prevención son erráticas. No existe un solo modelo, en ningún país latinoamericano, que sea ejemplo a seguir y que muestre una ruta sostenible que lleve a demostrar que la lucha en los frentes sociales, políticos y jurídicos desemboca en una disminución de la violencia. Desafortunadamente, las cifras muestran que la violencia sigue en aumento.
"Violencia" no es solo el golpe: ¿cuáles son los tipos de violencia más difundidos y, a la vez, menos reconocidos como tales?
Efectivamente, la violencia física no es la única. La violencia psicológica puede ser muy dañina al ser constante y degradante, porque minusvalora a la mujer y la puede dejar en una situación de impotencia e incapacidad para reaccionar ante situaciones cotidianas.
Está también la violencia patrimonial, que implica que muchas mujeres que se han dedicado al trabajo en el hogar no tienen ninguna propiedad a su nombre, lo cual las coloca en un plano de desventaja permanente. Existe además la violencia económica cuando -también por las tareas de cuidados y de trabajos domésticos-, les controlan el gasto diario y se genera subordinación por ello.
También es importante combatir la violencia a través de los medios y las redes sociales, esto es, la ciberviolencia. Existe también la violencia vicaria, a través de la cual se busca dañar a la mujer mediante el daño a hijos o hijas. Y, por último, la violencia política, que se ha agudizado, hacia quienes buscan acceder a espacios de tomas de decisión.
¿Cuáles son los factores que impiden que se avance aún más en esta lucha?
Falta compromiso de los Gobiernos en el tema. Falta voluntad política para atender las demandas sociales, para combatir las distintas expresiones de machismo y para romper el llamado pacto patriarcal. Pareciera que no se reconoce e identifica la magnitud del problema. Se minimiza, se invisibiliza o se esconde.
¿Qué forma toma la discriminación hacia las mujeres en Latinoamérica?
Sigue habiendo discriminación hacia las mujeres indígenas y afrodescendientes. No se ha logrado la igualdad en participación política.
¿Cuáles son los principales logros del organismo que integra? ¿Cómo lograr que las mejoras "lleguen" a las mujeres "reales"?
Desde CEDAW, se hace una revisión periódica de los avances que va teniendo cada uno de los países que suscribieron la Convención en los temas de discriminación contra la mujer y se señalan rutas y tiempos para lograr objetivos muy concretos.
También se elaboran recomendaciones generales. El año pasado, en octubre, se presentó la recomendación general número 39, sobre derechos de las mujeres y niñas indígenas, y hoy está en proceso de elaboración la número 40, que va a ser sobre el incremento de la participación de las mujeres en la vida pública.
¿Qué les diría, con ocasión del Día Internacional de la Mujer, a quienes quieran luchar en defensa de los derechos de las mujeres? ¿Por dónde empezar?
El Día de la Mujer tiene que ser un espacio de reflexión profunda de la situación que hoy se vive, particularmente en temas de violencia, pero, sobre todo, es un día para hacer conciencia y para sumar a más mujeres en la lucha por los derechos y por la igualdad.
¿Es optimista?
Soy optimista porque cada vez veo a más mujeres implicadas y a más jóvenes. El mundo es de ellas y los eslabones intergeneracionales están rindiendo frutos.
(rml)