Indignación en la UE por visita relámpago de Orbán a Putin
5 de julio de 2024El presidente de turno del Consejo Europeo debería conciliar los intereses de los 27 países integrantes, ser discreto con sus propias opiniones y buscar acuerdos. Justamente eso es lo que prometió el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, al asumir ese cargo rotatorio de seis meses, el 1 de julio.
Pero, al quinto día de su presidencia, Orbán viaja sin anuncio ni consulta previa a Moscú a visitar a Vladimir Putin, lo que en Bruselas se considera una clara afrenta. A los diplomáticos de la UE les dio taquicardia, máxime porque Orbán vendió su viaje en X como una "misión de paz". Tras su conversación con el gobernante ruso, Orbán dijo que todavía falta mucho para llegar a una paz entre Rusia y Ucrania, "pero hemos dado los primeros pasos para reanudar el diálogo".
"Sin mandato de la UE"
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, afirmó que "la visita del primer ministro Viktor Orbán a Moscú tiene lugar exclusivamente en el marco de las relaciones bilaterales entre Hungría y Rusia". Aclaró que Orbán no puede representar a la UE en el exterior.
También el canciller alemán, Olaf Scholz, señaló en una conferencia de prensa en Berlín que Orbán no se atiene a las reglas de la UE. De acuerdo con éstas, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, es quien lo representa en política exterior europea.
Putin, por su parte, se dirigió a Orbán como "presidente del Consejo de la UE", y no dejó lugar a dudas en cuanto a que, para él, representaba a los 27 países que la integran.
El pasado martes 2 de julio, Orbán había viajado también sorpresivamente a Kiev para reunirse con el presidente Volodimir Zelenski, cuyo país es víctima de la agresión bélica rusa desde hace ya casi dos años y medio. En esa ocasión, le sugirió un alto el fuego inmediato y conversaciones de paz con Moscú. Zelenski guardó silencio y solo dijo que una paz con Rusia debía ser justa.
Ya en esa oportunidad, Orbán actuó sin mandato del resto de la UE. Los otros 26 miembros han subrayado siempre, y lo han plasmado en las declaraciones de sus cumbres, que Ucrania, en cuanto país agredido, debe determinar por sí mismo el momento y las condiciones para hablar de paz.
Autodesignado pacificador
En la UE, el nacionalista Viktor Orbán es conocido como provocador. Pero esta nueva puesta en escena sorprendió incluso a experimentados diplomáticos europeos, que hablan sotto voce de un escándalo. Nadie puede recordar un precedente de esta naturaleza.
Un portavoz gubernamental de Budapest intentó relativizar el asunto. Dijo que Orbán había viajado a Kiev y a Moscú sólo en calidad de jefe de Gobierno húngaro. Sin embargo, en la capital rusa, Orbán envió un mensaje ambiguo vía X, diciendo que uno no puede cruzarse de brazos y esperar que la guerra termine milagrosamente.
"Nosotros seremos un importante instrumento para dar los primeros pasos en dirección a la paz", escribió. No se sabe a quién se refería al hablar de "nosotros". La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, replicó en X que una política de "apaciguamiento no detendrá a Putin".
Viktor Orbán bloquea ayudas a Ucrania
Viktor Orbán es considerado el mayor simpatizante del Kremlin en la UE. Hungría sigue recibiendo gas ruso por tuberías, y empresas rusas construyen una central atómica en ese país. También empresas húngaras hacen buenos negocios en Rusia.
Los demás gobernantes de la UE no se reúnen actualmente con Putin, dado que ha de ser procesado por crímenes de guerra y hay una orden de arresto en su contra. El presidente lituano, Gitanas Nauseda, declaró indignado en Vilna que no se estrecha la mano de un sangriento dictador si realmente se desea la paz.
En los últimos meses, Orbán ha intentado varias veces bloquear o al menos retrasar el envío de ayuda financiera y militar de la UE a la acosada Ucrania. Todavía mantiene su veto contra la entrega de 6.500 millones de euros de un fondo de la UE.
Hungría es también el único país de la OTAN que se retiró de un programa de la alianza para suministrar armas a Ucrania.
(ers/rml)