Informes: Turquía mata y golpea a kurdos y refugiados sirios
10 de mayo de 2016Sólo en abril y en marzo, tres refugiados y dos traficantes de personas, entre ellos un joven de 15 años, murieron y 14 personas resultaron gravemente heridas a consecuencia de esas acciones, aseguró la organización en un informe publicado este martes (10.05.2016). Según el informe de HRW, que contradice la versión oficial turca de que mantiene abierta la frontera, la mayor parte de los abusos se produjo en la frontera al sur de la ciudad turca de Antioquía.
"Pese a que representantes del Gobierno turco reiteran que los refugiados sirios son recibidos con los brazos abiertos, los vigilantes de la frontera matan y golpean a los migrantes", aseguró el portavoz de HRW, Gerry Simpson. "Disparar contra hombres, mujeres y niños traumatizados que huyen de los combates y de una guerra indiscriminada es realmente abominable", añadió.
Varios sirios que viven cerca de la frontera con Turquía han descrito como se han visto atacados con armas cuando intentaban recuperar los cuerpos de las víctimas junto a la valla fronteriza, y un testigo compartió con HRW videos que filmó de una serie de muertos y supervivientes, explica el comunicado.
La nota enumera de forma detallada una serie de incidentes graves y recuerda que Turquía tiene la obligación de respetar el principio de no repatriación, que prohíbe rechazar refugiados en la frontera cuando en sus países están amenazados de persecución, tortura, riesgo de asesinato o privación de libertad.
Críticas a la UE
La frontera entre Siria y Turquía lleva cerrada desde agosto de 2015, según HRW, que exigió al Gobierno de Ankara que deje de emplear esa "violencia excesiva", que investigue los incidentes y que reabra las fronteras a los refugiados. HRW y Amnistía Internacional ya acusaron en varias ocasiones a Turquía en el pasado de enviar a los refugiados de vuelta a Siria, algo que el Gobierno de Ankara niega.
El comunicado de HRW alude al "controvertido acuerdo de migración" que alcanzó la UE con Ankara en marzo para frenar el flujo de refugiados a Europa, con una ayuda de 6.000 millones de euros al Gobierno turco para atender a los ciudadanos sirios que huyen de la guerra en su país. En este contexto, advierte de que la UE no debería quedarse simplemente mirando como en la frontera turca se usan las armas para detener el flujo de refugiados.
Simpson criticó también a la Unión Europea (UE), al señalar que su política de refugiados está llevando a que Turquía rechace los migrantes. "Los funcionarios de la UE deberían reconocer que su luz roja a la entrada de refugiados da a Turquía luz verde para cerrar (también) sus fronteras, por lo que los refugiados golpeados por la guerra deben pagar un alto precio, al quedarse sin un lugar al que ir", dijo Simpson.
Abusos, también, contra kurdos
Durante esta misma jornada se conoció, además, que las fuerzas de seguridad turcas mataron a tiros y quemaron a civiles en una región de mayoría kurda en el sureste de Turquía, según denuncian informes a los que tuvo acceso el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que exigió a Turquía el acceso a la zona.
El jordano Zeid Ra'ad Al Hussein reconoció que Turquía tiene el deber de prevenir ataques por parte del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), pero recordó que las leyes internacionales prohíben el uso de una fuerza excesiva en operaciones contraterroristas.
Los combates entre el Estado turco y los milicianos kurdos se reactivaron en julio del año pasado tras dos años de alto el fuego. Los kurdos en Turquía denuncian su sistemática discriminación mientras Ankara los considera terroristas. También la Unión Europea y Estados Unidos tienen al PKK en su lista de organizaciones terroristas.
RML (dpa, efe)