Invertir en agua, desafío del S. XXI
24 de marzo de 2007En el pasado Día Mundial del Agua quedó claro una vez más que las consecuencias del cambio climático motivado por el calentamiento global acentúan la escasez de agua. Hay quienes profetizan que en guerras futuras se disputará el líquido vital. La combinación de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno produce el elemento sin el cual la humanidad no podría existir. El ser humano se compone de un 60 por ciento de agua, y la pérdida de un 15 por ciento en su cuerpo ya provoca la muerte. Pero en toda crisis aguarda una oportunidad. El escenario económico futuro, que hoy ya es real, incluye al “oro azul”, como llaman al agua los inversores, entre los negocios más rentables. El agua es un recurso casi agotado y, por tanto, su demanda crece.
¿Una inversión que beneficia a todos?Un 70 por ciento de la superficie terrestre está cubierta de agua, pero el 97 por ciento de ésta es salada, y del restante 3 por ciento sólo un 1 por ciento del agua es apto para el consumo. La industrialización creciente, la súperpoblación, la polución del medioambiente, la sobreexplotación económica, por ejemplo en la agricultura, y fallas en la gestión de recursos provocan escasez de agua en varias regiones del planeta.
Considerado un bien común al que se debería poder acceder sin más, no hay, sin embargo, suficiente agua potable para todos, y por ello mueren anualmente cuatro millones de personas en el globo. En los próximos 30 años, para el año 2025, se agotará hasta convertirse en un recurso en extinción a nivel global y, según cálculos de la ONU, 9 millones de personas tendrán que repartírselo. Esto significa que el potencial de encarecimiento del líquido está prácticamente intacto y es atractivo para los inversores.
Los grandes se la disputanUna de las posibles soluciones al problema será probablemente lograr más eficiencia en el uso de este recurso, a través de limpieza, depuración y potabilización, y mejora de la infraestructura y del abastecimiento. Por ello se han creado fondos de inversión, no en el agua en sí, sino en los factores que aseguran su suministro.
Beneficiarios de estos fondos de inversión son las grandes empresas de la industria del agua, con la condición, impuesta por bancos como Societé General y el banco privado suizo Pictet, de que sus mayores ganancias provengan del sector del agua. Societé General ofrece un certificado basado en el índice Wowax (World Water Index), creado por el grupo SAM y calculado por el índice Down Jones. El Wowax agrupa a 20 empresas líderes de todo el mundo, en las cuales se puede invertir (Veolia, francesa y mayor suministradora de agua, Guandong, de China, Sociedad General de Aguas de Barcelona, entre otras). Dicho certificado está registrado en la bolsa de Fránfkurt y comenzó a cotizar en febrero de 2006. La composición del índice Wowax se controla cada seis meses.
Desafío económico
La rentabilidad de estos fondos no se basan , por ahora, en especular con la escasez de agua, sino en la perspectiva de éxito de las empresas dedicadas a su saneamiento y suministro. Claró está que el agua ya es hoy un recurso energético en proceso de extinción y que el interés en asegurar su abastecimiento a vastos sectores de la población mundial crece y será una de las tareas claves del futuro. Si bien cerca del 90 por ciento del suministro de agua mundial está en manos estatales, la situación económica de muchos países hace prever una necesidad de inversiones del sector privado. Cabe preguntarse cómo considerará la economía del mañana a un derecho humano fundamental como es el acceso al agua potable.