La epopeya radiactiva según Merkel, Obama y McCain
6 de septiembre de 2008El escándalo por las fugas en depósitos subterráneos de material atómico en Baja Sajonia se acerca poco a poco a la senda de la confrontación entre los dos partidos que conforman la Gran Coalición de gobierno en Alemania. En ningún otro país del mundo se ha criticado tanto el uso de energía atómica como en Alemania, por lo que el tema tiene un trasfondo extenso.
"Ideología anacrónica"
Mientras la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel promueve un uso continuado de esta fuente de energía, tanto los socialdemócratas (SPD) como Los Verdes se manifiestan por un abandono definitivo de las plantas nucleares para generar electricidad.
La CDU teme que las revelaciones en cuanto al deterioro del depósito de material atómico Asse revivan “una anacrónica ideología antiatómica”, según dijo el coordinador parlamentario de ese partido, Norbert Röttgen.
El legislador también llamó al ministro alemán de Medio Ambiente, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, a que presente cuanto antes alternativas para el caso de que se clausurara el depósito nuclear más emblemático de las últimas décadas: el de Gorleben.
Cerrar estas instalaciones podría costarle al gobierno federal miles de millones de euros en compensaciones a los proveedores de energía afectados, afirmó la parlamentaria cristianodemócrata Katherina Reiche en un documento dado a conocer por el semanario Der Spiegel.
Sello de concreto
En cuanto al malogrado depósito de Asse, podría implementarse una solución de emergencia, que por lo pronto consistiría en sellar dichas instalaciones con grandes cantidades de concreto. Esto daría tiempo a buscar soluciones más definitivas, afirman los responsables del proyecto.
El tema de la energía atómica provoca acaloradas discusiones políticas no sólo en Alemania, sino también en otros países. En Estados Unidos, por ejemplo, el candidato republicano John McCain propone construir 45 nuevas plantas nucleares para satisfacer la sed energética de su país. En tanto, su contendiente, el demócrata Barack Obama, es contrario a la idea de promover la energía nuclear.
El caso es que, al menos por el momento, nadie parece saber cómo lidiar con los llamados basureros atómicos. Se estima que en todo el mundo existen 300.000 toneladas de material altamente radiactivo. El director de la Agencia Internacional de energía Atómica, Mohammed el-Baradei, calcula que más de 50 países procesan tales residuos de modo deficiente.
Soluciones que nada resuelven
Lo que se sabe es que los depósitos subterráneos son hoy por hoy la mejor solución disponible. No ha aparecido un solo lugar en el mundo que reúna todas y cada una de las condiciones ideales para almacenar los depósitos nucleares.
El depósito utópico debería estar alejado de toda comunidad humana, y además debería ubicarse en territorio libre de terremotos. Además, el suelo debería ser inmune a cualquier filtración de agua. Toda esta infraestructura debería además garantizar que los depósitos se mantendrán aislados por miles de años.
Como no ha sido descubierto ningún lugar con tales características, se ha recurrido a los depósitos provisionales. Las consecuencias ya están a la vista.