Libertad de prensa: Bolivia primera en América Latina
24 de octubre de 2006A la cabeza de la clasificación continúan estando países del norte de Europa. En Finlandia, Irlanda, Islandia y Holanda, que encabezan la clasificación, RSF no ha tenido conocimiento de ningún caso de censura ni de amenazas, intimidaciones o represalias psíquicas.
A lo largo del último año, los periodistas bolivianos han disfrutado de una libertad comparable a la de sus colegas austriacos o canadienses, dice la organización internacional de periodistas, y el país ocupa actualmente el lugar 16 en el mundo.
Sorpresivo es para RSF el claro retroceso de Brasil (lugar 75) y Argentina (76). Brasil tiene este año un periodista muerto, y siguen siendo numerosos los ataques a la prensa local.
En Argentina, donde las relaciones entre la prensa nacional y la presidencia son lamentables, la retirada de subvenciones a los medios de comunicación no es el único medio para ponerles trabas. Las suspensiones y los despidos se llevan a cabo a veces por presiones directas de los cargos políticos, dice RSF.
Guerra mediática en Venezuela
En Perú (113), la atmósfera sigue siendo tensa, y también en Venezuela (115), donde persisten las secuelas de la « guerra mediática » entre partidarios y opositores del presidente Hugo Chávez, agrega la organización de periodistas.
Panamá (39), por el contrario, disfruta de un contexto político propicio para el desarrollo de un ambiente mediático libre y dinámico. El país ha ganado cerca de treinta puestos, con relación al pasado año. Haití ha pasado del puesto 125 al 87 en dos años, tras marcharse al exilio el presidente Jean-Bertrand Aristide, a principios de 2004. Ahora, aunque varios asesinatos de periodistas permanecen impunes, la violencia contra los medios de comunicación ha bajado relativamente en intensidad.
Con excepción de Guatemala (90), América Central conserva un rango bastante honroso, a pesar de las diferencias que existen entre países como Costa Rica (29), Panamá (39) y Salvador (41) por una parte, y Honduras (64) y Nicaragua (69) por otra. La escasez de agresiones o atentados a periodistas significa también que la autocensura ha hecho su trabajo, acota, sin embargo RSF.
A la cola de los países latinoamericanos va Cuba (lugar 165), bastante más abajo que México (132) y Colombia (131), países éstos también, sin embargo, con una precaria situación de libertad de prensa.
EEUU a la altura de Tonga
A RSF la inquieta la lenta pero constante degradación de la situación en Estados Unidos, Francia y Japón. Estados Unidos (53) ha descendido nueve posiciones en relación con el año pasado y se encuentra, en cuanto a libertad de prense se refiera, a la altura de Tonga. En 2002, cuando RSF inició su clasificación, Estados Unidos estaba situado en el puesto 17.
Durante la presidencia del presidente George W. Bush, las relaciones entre la prensa y la administración se han deteriorado palpablemente. “Bush, invocando la seguridad nacional, considera sospechoso a cualquier periodista que cuestione su ‘guerra contra el terrorismo’”, dice RSF.
El celo de la justicia federal de EEUU que, al contrario de 33 Estados de la Unión no reconoce a la prensa el privilegio del secreto de las fuentes, amenaza incluso a periodistas cuyas investigaciones no tienen nada que ver con los casos de terrorismo.
Por negarse a entregar sus archivos de vídeo, el periodista independiente y blogger Josh Wolf fue enviado a la cárcel. Por otra parte, agravan el balance la detención sin cargos, desde el 13 de junio de 2002, en la base militar de Guantánamo, del camarógrafo sudanés de Al-Jazira Sami Al-Haj, y la del fotógrafo de Associated Press Bilal Hussein, en Irak, desde el 12 de abril de 2006.
El trío infernal
El trío infernal de la libertad de expresión (Corea del Norte, posición 168 y última, Turkmenistán, 167 y Eritrea, 166), ha endurecido aún más el tono. La muerte por torturas, en la cárcel, de la periodista turcomana Ogoulsapar Mouradova ha puesto de manifiesto que el presidente vitalicio, Separmourad Niazov, puede usar una violencia extremada con quienes se atreven a criticarlo.
Reporteros sin Fronteras manifiesta su enorme preocupación con respecto a la suerte de algunos periodistas eritreos, encarcelados en secreto desde hace ahora más de cinco años. Y el todopoderoso Kim Jong-il mantiene su absoluta dominación sobre la prensa norcoreana.
Para establecer esta clasificación, Reporteros sin Fronteras ha pedido que respondan a sus organizaciones colaboradoras (14 asociaciones de defensa de la libertad de expresión, dispersas en los cinco continentes), su red de 130 corresponsales, periodistas, investigadores, juristas yo militantes de los derechos humanos un cuestionario de 50 preguntas.
Se trata de un estado de situación entre el 1 de septiembre de 2005 y el 1 de septiembre de 2006. No tiene en cuenta el conjunto de violaciones de los derechos humanos, sino únicamente los atentados a la libertad de prensa. RSF no ha tenido solamente en cuenta las acciones del Estado contra la libertad de prensa, sino también las de milicias armadas, organizaciones clandestinas y grupos de presión.