Los alemanes cada vez más transparentes
1 de noviembre de 2005El nuevo pasaporte electrónico que pasa a reemplazar los viejos pasaportes alemanes desde este 1 de noviembre requiere de fotografía de frente para poder identificar los datos biométricos de la cara y poder almacenarlos en un pequeño chip. Para que la cámara pueda reconocer al ciudadano en cuestión éste debe presentar una expresión neutral en la que no se vean los dientes.
¿Seguridad o peligro?
Según voceros del Ministerio del Interior el nuevo pasaporte electrónico es mucho más seguro pues es infalsificable. Se introduce como apoyo para la policía de aduanas y fronteras en los controles fronterizos. Se prevé que en un futuro cercano todos los puestos de control fronterizo y de aeropuertos cuenten con sistemas que puedan, mediante una cámara, comparar en segundos los datos biométricos ingresados en el chip con la cara del portador del documento.
Este nuevo pasaporte es sólo el primer paso en el esfuerzo de modernización de documentos de identificación. A partir del 2007 además de los datos biométricos de la cara también se digitalizarán las huellas dactilares. Asimismo se planea integrar este tipo de datos en las tarjetas de identificación nacionales en el mediano plazo.
Les quitan las pocas ganas de reír
La modernización tiene su costo. Hasta el momento sacarse un pasaporte costaba 26 euros. Por el nuevo lujo electrónico los alemanes deberán pagar 100 por ciento más. 59 euros es lo que cuesta este esfuerzo por combatir el terrorismo, argumento con el que el Ministerio del Interior, bajo mando del socialdemócrata Otto Schily, avaló la decisión de introducir los pasaportes electrónicos.
Un argumento dudoso, después de todo el costoso chip integrado en el pasaporte lo único que asegura es que nadie pueda utilizar un pasaporte ajeno. Pero los terroristas responsables de los atentados perpetrados en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, demuestran que ningún pasaporte garantiza seguridad contra atentados. Todos los terroristas del 11-S se identificaron con sus propios pasaportes.
Sus datos almacenados
Peter Schar, encargado alemán de la protección de información, teme que los datos biométricos puedan ser almacenados por gobiernos extranjeros al momento de visitar un turista alemán otros países. En Alemania está prohibido almacenar la información del pasaporte, pero en otros países no es así. El Ministerio del Interior alemán, se limita a aplacar los temores indicando que los Estados miembro de la Unión Europea acordaron no almacenar los datos biométricos. Pero nadie puede garantizar lo que harán otros países.