"Los talibanes lográn su victoria con nuestro silencio"

En los últimos días, el gobierno alemán destapó la “propaganda” de los talibanes y acusó al grupo terrorista islamista de practicar una guerra mediática contra el mundo occidental. La condena se produjo después de que los talibanes difundieran información inexacta diciendo que habían matado a los dos rehenes alemanes en Afganistán.

En realidad, uno de los dos ingenieros alemanes secuestrados fue asesinado mientras el otro todavía permanece en cautividad. Los talibanes exigen que Alemania retire sus 3.000 soldados de Afganistán como condición principal para la liberación del rehén.

DW-WORLD.DE habló con Jo Groebel, Director del Instituto Digital Alemán en Berlín y miembro de la dirección del Instituto de Medios Europeos, sobre la necesidad de que los medios de comunicación sean prudentes a la hora de informar sobre terrorismo.

El Gobierno alemán habló hace poco sobre como los talibanes han iniciado una guerra de propaganda. ¿Está de acuerdo?

Estoy absolutamente de acuerdo con que el terrorismo, y en particular el terrorismo taliban, realmente se sirven de los medios y la propaganda. Pienso que es obvio que las víctimas de los secuestros o asesinatos no son el objetivo primordial. El objetivo real es ser noticia, hacer que se cubran estos asesinatos y desatar el pánico en el mundo. Las víctimas son usadas sobre todo para esa meta. El terrorismo moderno es casi por definición, todo lo que crea miedo y pánico. En particular demostrar poder y control en todo el mundo. Y en el caso de los talibanes, eso es totalmente cierto.

¿Qué cree que quieren conseguir los talibanes tratando de copar la atención mediática y la cobertura?

Por una parte, los talibanes quieren establecer su propia infraestructura, la filosofía y el pensamiento de su comunidad. Al mismo tiempo, quieren identificarse y hacer creer a la gente que son una amenaza real para el mundo. Y eso es lo que realmente está sucediendo. Seamos claros. Los talibanes no tienen armas globales, no tienen –por lo menos por ahora-ninguna oportunidad de convertirse en una gran amenaza para la comunidad internacional. Y a través de la resonancia que les dan los medios, es exactamente lo que están consiguiendo: la impresión de que son una amenaza global incluso a pesar de que sean sólo una amenaza regional y no tengan apoyo global.

El Gobierno alemán ha criticado los reportes de algunos medios alemanes en los últimos días, alegando que les ofrecían una plataforma a los terroristas. ¿Cree que estás críticas están justificadas?

Sólo en cierto grado. Por supuesto que los medios tienen que informar sobre lo que pasa siempre y cuando no creen una nueva amenaza. En cuanto los terroristas provocan con éxito una situación en la que se bloquea la información y la divulgación, significa que ya han tenido cierto éxito. Los terroristas creen en sistemas, estructuras y sociedades que no permiten la libertad de expresión.

En cierta manera, puedo entender al Gobierno alemán cuando dice que los medios deben ser cautos con sus reportes y no servir a la causa terrorista. Al mismo tiempo, tenemos que aceptar que vivimos en una sociedad libre. Es muy difícil bloquear la información, voluntaria o involuntariamente, porque si no es transmitida por los canales oficiales, seguro que será distribuida por medio de blogs o a través de otro medio en Internet. Incluso asumiendo que exista la posibilidad o la necesidad de no informar inmediatamente sobre actividades terroristas, me temo que no funcionaría.

Tengo que añadir que los reporteros alemanes han sido responsables en la forma de informar sobre los talibanes y el terrorismo, sin caer en la exageración, el sensacionalismo, ni crear pánico.

Hablando de un caso concreto de cómo los medios deberían cubrir el terrorismo, el canal cuatro de la BBC emitió recientemente una entrevista con el jefe militar de los talibanes, Mansur Dadullah, en la que éste animó a secuestros masivos de extranjeros en Afganistán. ¿Piensa que algo así es aceptable?

Eso solo se puede responder dependiendo del caso. Por una parte, hacer una entrevista a un jefe taliban en la vida real es un bocado muy sabroso para cualquier periodista. Por otra parte, hay que cuestionarse si esa entrevista, o el ofrecerle una plataforma, satisface las necesidades de información. Si la respuesta es afirmativa para el caso en particular, creo que la entrevista está justificada.

Pero no hay duda de que es difícil sopesar la necesidad de informar al público y el peligro de servir de portavoz a los terroristas. Lo importante es contextualizar la situación. Esto significa ofrecer no sólo una plataforma para que el jefe de los talibanes se exprese, sino también comentar que está pasando. En caso de duda, mi respuesta es siempre: si el reportaje no amenaza vidas directamente, entonces predomina la libertad de expresión.

El Gobierno alemán dice que los talibanes monitorean los debates en Alemania y reaccionan al momento ante cualquier declaración. Al igual que se critica a los medios, ¿No se debería criticar también a los políticos que aprovechan cualquier oportunidad para manifestar su punto de vista sobre la seguridad del país o sus tropas?

En política se trata, al igual que en los medios, de hacer públicas las cosas. Hay una alianza muy fuerte entre la política y los políticos por una parte, y los medios por otra parte, porque los políticos también necesitan a los medios para expresarse. Al contrario de lo que dijo el Gobierno alemán, comparándolos con los políticos, los medios de comunicación han sido bastante cautos con las noticias de las actividades de los talibanes en Afganistán.

Pero de nuevo tengo que dejar claro, que si los terroristas consiguen silenciarnos y bloquear la información, habrán conseguido su mayor victoria.