Norte de Alemania: pionera en el uso de fuentes renovables de energía
9 de octubre de 2013A lo largo de la costa alemana del Mar Norte la transformación energética es visible: cientos de molinos de viento giran sus aspas sin cesar, casi todas las casas de los campesinos tienen en sus techos módulos solares y, en algunos campos, se cultiva maíz para la producción de biogás.
En los últimos 25 años, la producción descentralizada de energía ha sido adelantada por los mismos ciudadanos. Una inversión que, de lo contrario, solo hubiera podido hacer un gran consorcio.
“Nueve de 10 molinos le pertenecen a los ciudadanos”, cuenta Nicole Knudsen, de la Confederación de Energía eólica de Schleswig-Holstein, quien destaca que el avance de las fuentes alternativas de energía en el norte alemán se le debe a la masiva participación ciudadana: “En algunos pueblos de 800 habitantes unos 600 participan en los parques eólicos”, calcula Knudsen.
Un préstamo que no se lleva el viento
Ernst Hinrichsen, miembro de la directiva del parque eólico Galmsbüll, es uno de los inversionistas en la transformación energética alemana. El dinero para la inversión en el parque eólico se lo prestó el banco local y Hinrichsen lo paga con la venta de energía. Las ganancias de la producción de energía se calculan, actualmente, entre el 7 y el 8 por ciento.
Para reducir los costos y aumentar las ganancias la planeación de los parques eólicos se hace pensando en que todos deben obtener ganancias: “Por todos los terrenos en los que se erigen los molinos pagamos el mismo dinero por el arriendo”, cuenta Jess Jessen, labriego y gerente de Galmsbüll. Además, agrega Jessen, “pagamos una compensación por los terrenos que no se pueden sembrar”.
Un modelo de alquiler que también permite implementar los avances tecnológicos para mejorar las ganancias.
Participación ciudadana, la fórmula del éxito
Además, la armonía en la comunidad ha sido restablecida desde que la mayoría puede participar en el proyecto bajo iguales condiciones: en Galmsbüll, de 500 personas, 430 son partícipes del proyecto. “Nos propusimos recaudar 4 millones de euros y reunimos 10”, cuenta Hinrichsen, destacando la gran importancia de que el éxito de este tipo de proyectos se le debe a la participación ciudadana.
Entre tanto, el 70 por ciento de la población en el norte de Alemania aprueba la construcción de parques eólicos, que, hasta el 2020, se proponen aumentar su rendimiento de 3.700 a 9.000 megavatios. Así, los parques eólicos se han convertido en una importante fuente de ingresos para los mismos habitantes.
También las arcas oficiales ganan. Los pueblos en el entorno perciben 50 millones de euros de impuestos más, además de que los parques eólicos han generado unas 7000 nuevas plazas de trabajo.