Nueva Comisión deja felices a todos en la UE
14 de agosto de 2004Muchas cosas son del color del cristal con que se miren. Sobre todo en la política. En el caso de la distribución de cargos en la Comisión de la Unión Europea (UE), la gran mayoría de los países miembros ha utilizado esta vez anteojos rosados. Un mérito indiscutible del sucesor de Romano Prodi a la cabeza de dicho organismo, José Manuel Durao Barroso. El político portugués logró dejar contentos a todos: a Berlín, porque asignó el importante puesto de comisario de Industria al alemán Günter Verheugen -quien había cumplido una exitosa labor como encargado de la ampliación de la UE- y al resto, porque no se doblegó a los deseos germanos de que se le asignara el status de "supercomisario".
La influencia de los "pequeños"
Durao Barroso volvió a dejar en claro que no desea tener en su equipo figuras de primera y segunda categoría. El principio de la igualdad es clave para la armonía de una organización como la Unión Europea, que vive de la búsqueda de denominadores comunes que permitan superar la pugna por los respectivos intereses nacionales. A la hora de nominar a los nuevos integrantes de la Comisión de Bruselas, esto se tradujo en la asignación de importantes carteras también a los países pequeños. Un par de ejemplos: la lituana Dalia Grybauskaite será la comisaria de Presupuesto y Planificación Financiera, mientras que la holandesa Neelie Kroes se encargará de resguardar las reglas de la competencia.
Diversos analistas saludaron, en consecuencia, el buen tino empleado para evitar herir susceptibilidades, incluyendo las de los tres "grandes" -Alemania, Francia y Gran Bretaña-, que habían hecho causa común para que se creara el puesto de un supercomisario con especial responsabilidad en el terreno económico. Aunque Durao Barroso no les dio en el gusto, dotó al futuro Comisario de Industria de facultades más amplias, que lo convertirán en una figura clave.
"Decisión inteligente"
El canciller Gerhard Schröder se mostró encantado, calificando la decisión de "inteligente y con amplitud de miras". El gobernante alemán indicó que todos los asuntos relacionados con el propósito de convertir a la Unión Europea en el área de mayor crecimiento económico del mundo pasarán por el escritorio de Verheugen, quien será además uno de los vicepresidentes de la Comisión de Bruselas.
El propio Verheugen considera que su posición será óptima y aseguró que concentrará sus esfuerzos en mejorar la competitividad de la economía europea. "Todos nuestros proyectos serán revisados atendiendo a su incidencia en la competitividad, el crecimiento y el mercado laboral", afirmó el político socialdemócrata alemán, aclarando, eso sí que no se pretende "volver a inventar la rueda". Sea como fuere, Alemania confía desde ya en que su representante será una de las figuras más fuertes en la nueva Comisión, que asumirá sus funciones el 1 de noviembre.