1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Comentario de Christoph Hasselbach

22 de julio de 2011

Créditos más favorables, y una especie de Plan Marshall para Atenas y los bancos involucrados. Esa es la fórmula mágica presentada en la cumbre del euro en Bruselas. Un comentario de Christoph Hasselbach.

https://p.dw.com/p/121gt
No fue el gran gesto que muchos esperaban. Todos se responsabilizan ilimitadamente por todos. Así protegen de forma defintiva a la zona euro de los ataques de los especuladores. Por ejemplo, con euro-préstamos a la misma tasa de interés para Estados sólidos como para países en deuda, o por medio de un aumento gigantesco del paquete de rescate. Esa es la propuesta, que tiene algunos puntos a su favor.
¿Barril sin fondo?

No obstante, también se multiplican las voces -no sólo en Alemania- que quieren imponer un freno. ¿Dónde terminará todo esto? ¿Habrá próximamente un segundo paquete de ayuda para Irlanda, Portugal? ¿Otro para España e Italia? ¿Cuando será el final? Y sobre todo: ¿Dónde queda el incentivo para ahorros en el presupuesto, si de todas formas habrá una salida? Otmar Issing, exjefe del Banco Central Europeo opina que en caso de una reestructuración de la deuda Grecia debería dejar la unión monetaria. La conclusión parece exagerada, pero al menos las preocupaciones también parecen comprensibles.
Christoph Hasselbach DW Brüssel
Christoph Hasselbach, Deutsche Welle, BruselasImagen: DW
Las exigencias y expectativas de los últimos días se encontraban frecuentemente entre estos dos extremos. Pero como ya lo anunció la canciller Merkel, no hubo un gran golpe de liberación. Aunque la participación de los acreedores privados es nueva, se buscará limitar a pocos días la esperada pérdida parcial del crédito, y asegurarla con el fondo de rescate del Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF por sus siglas en inglés). Grecia debe recobrar su competitividad gracias a un “Plan Marshall". Pero no sólo Grecia, sino también los otros dos países que están siendo apoyados -Portugal e Irlanda- han de recibir condiciones de crédito más favorables, a fin de no estrangularlos. En comparación con la situación anterior, esto es mucho.
¿Al fin la calma?

Pero, ¿es eso suficiente? Aunque por el momento los mercados han reaccionado positivamente, esto no significa nada. Hasta ahora, los Gobiernos de la eurozona siempre han llegado jadeantes después de los desarrollos del mercado. Luego de cada cumbre se decía que al fin habría calma. Algunos meses después, empero, se citaba a la próxima reunión extraordinaria de los jefes de Estado para enviar una clara señal a los mercados.
No obstante, prefiero el procedimiento cauteloso. El paso dramático exigido por muchos tendría también consecuencias dramáticas, si algo sale mal. Y significativamente son aquellos los que solicitan soluciones dramáticas los que no tienen ni siquiera para asumir las consecuencias. Es preferible que se lleven a cabo otras tres cumbres extraordinarias y eventualmente reajustar el camino, que dar un paso dramático al borde del abismo.
Editor: Enrique López