Premio de derechos humanos para activista de "Radio Sájarov"
29 de enero de 2024En marzo de 2022, Sergéi Lukashevski abandonó con su familia Moscú tras el ataque de Rusia contra Ucrania. Tras él quedaron muchos años de lucha dramática contra el régimen cada vez más brutal de Putin. Pasó los últimos 14 años al frente del Centro Sájarov de Moscú, probablemente la organización de derechos humanos más reconocida de toda Rusia. El centro fue nombrado "agencia extranjera” ya en 2012 y finalmente cerrado en el verano de 2023.
"Radio Sájarov", plataforma para una nueva Rusia
Ahora Lukashevski, como decenas de miles de otros intelectuales rusos, vive y trabaja en Berlín. "Durante los primeros meses después del 24 de febrero de 2022, nos quedamos paralizados por esta catástrofe absoluta”, afirmó el historiador de 48 años. Pero entonces se encontraron con un nuevo desafío: con el apoyo del colectivo de investigación "Correctiv", Lukashevski y sus colegas crearon en el exilio "Radio Sájarov".
La emisora y la plataforma de podcasts son una especie de Centro Sájarov en el espacio virtual: una plataforma de información e intercambio para todos aquellos que quieran ayudar a construir una nueva Rusia después de Putin.
El domingo 28 de enero de 2024, el activista recibió el premio de derechos humanos de la famosa sala de conciertos Tonhalle Düsseldorf, dotado con 10.000 euros y creado por el director húngaro de orquesta Adam Fischer, un músico interesado en política, cuyos abuelos fallecieron en el Holocausto.
"Las terribles guerras y conflictos que actualmente azotan el mundo, ya sea la agresión bélica de Rusia contra Ucrania, el ataque de Hamás contra Israel o la devastadora guerra en Gaza, no deben tentarnos a relativizar las violaciones de derechos humanos, o a observarlas desde los contextos nacionales a través de una lente u otra", dijo Fischer en su discurso.
Aunque resulte difícil permanecer neutral, no hay que olvidar nunca: "Los derechos humanos son absolutos. Son universales, independientemente del género, la religión, el origen o la opinión política. Son válidos para los rusos y los ucranianos, los israelíes y los palestinos, para todas las personas en todo el mundo."
¿Qué sucederá con Rusia?
Para Sergéi Lukashevski y sus numerosos colegas, el premio es mucho más que un gesto simbólico de reconocimiento y una bienvenida oportunidad para llamar la atención sobre su labor. Es un signo de solidaridad activa por parte de la sociedad alemana y también una prueba de fe en la "otra Rusia", sin la cual no habría futuro europeo. "El reconocimiento de este hecho también es importante para la supervivencia de Europa occidental", afirmó el premiado.
Como historiador, lo que más le preocupa es el tema del papel que debería desempeñar Rusia en el futuro: "Hay que repensar completamente toda la historia rusa, especialmente la de las últimas tres décadas", analizó. "Y ese es el trabajo que hay que hacer ahora", matizó.
Para Lukashevski: "Rusia pertenece a Europa, independientemente de lo que esté sucediendo allí. Y el hecho de que la sociedad rusa no esté formada sólo por Putin y sus seguidores, no sólo es fundamental para el futuro de Rusia, sino también para los países occidentales".
La opinión generalizada de que la sociedad rusa está completamente en silencio es incorrecta, afirmó Lukashevsky. Y no son sólo las voces de unos pocos héroes que luchan por la libertad y que son condenados a penas de prisión draconianas por el régimen; no, también hay voces de la población común.
En una encuesta realizada por el canal de televisión central de Rusia, el 12 por ciento de los rusos dijo que no apoya "la Operación Militar Especial", como Putin llama a la guerra contra Ucrania. "Con una población de más de 140 millones, hablamos de muchos millones de personas valientes”, subrayó Lukashevski. El premio de Düsseldorf también es para todas aquellas personas que arriesgan mucho por expresar su postura.
(rmr/ers)