Río+20: Una segunda oportunidad

"Desde la Cumbre de la Tierra (Río 1992), el progreso ha sido muy lento (...) Ahora tenemos una segunda oportunidad (...) No perdamos esta oportunidad. El mundo nos está mirando para ver si las palabras se reflejan en acciones", afirmó Ban en la inauguración de la cumbre.

Según el secretario general de la ONU, es urgente asegurar la renovación del compromiso político con el desarrollo sostenible, llenar las lagunas de implementación de decisiones adoptadas en otras cumbres y encarar los nuevos desafíos: "Debemos pensar globalmente y a largo plazo (...) El tiempo no está de nuestra parte".

La nueva generación

Los más de cien líderes mundiales que intervienen en la conferencia, que se prolongará hasta el viernes, escucharon el emotivo discurso de la joven neozelandesa Brittany Trilford, de 17 años, quien, hablando en nombre de los 3.000 millones de niños del planeta, les advirtió que "tenemos 72 horas para decidir el futuro de mis hijos y de los hijos de mis hijos".

"Tengo fuego en mi corazón", afirmó la muchacha, al recordar que las promesas hechas hace dos décadas en la Cumbre de la Tierra alimentaron la esperanza del mundo, pero "quedaron vacías". "¿Cómo puede ser?", se preguntó Cumbre en Río de Janeiro para luego agregar: "Nosotros, la próxima generación, demandamos cambio, demandamos acción para que tengamos un futuro".

"Confiamos en que en las próximas 72 horas pongan nuestros intereses por encima de todos los otros intereses y con osadía hagan lo correcto. Estoy aquí para luchar por mi futuro. Quiero que piensen por qué están aquí, qué pueden hacer. ¿Están aquí para salvar las apariencias o para salvarnos?", concluyó.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aclamada como presidenta de Río+20, afirmó en un breve discurso que confía en el éxito de la cita, que calificó de "histórica": "No tengo dudas de que estaremos a la altura de los desafíos".

Intereses nacionales, interés global

En una conferencia de prensa concedida tras de la inauguración de la cumbre, Ban Ki-Moon reconoció que las negociaciones en torno al documento final fueron "muy difíciles", a raíz de los "intereses en conflicto" entre los países. Por eso, enfatizó que “es hora de actuar como líderes globales: el interés global es el interés nacional".

Aunque admitió que le gustaría ver un texto "más ambicioso" al término de la cita, Ban aseguró que el documento final aprobado por las delegaciones incluye importantes conquistas. Entre ellas, destacó la decisión de poner en marcha la búsqueda de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a partir de 2015, cuando expira el plazo de los Objetivos del Milenio, y la creación de un marco institucional para orientar estas acciones.

Los legados de Río

Además, mencionó como positivos los compromisos de asegurar acceso universal a agua y a energía y de duplicar la participación de las fuentes renovables en la matriz energética mundial, así como los cientos de compromisos voluntarios con proyectos de sostenibilidad presentados a la ONU por empresas. Según Ban, la participación de empresas y de la sociedad civil al lado de los gobiernos en la búsqueda del desarrollo sostenible crea un "ambiente extraordinario" que será "uno de los legados más duraderos de Río".

El secretario general de la ONU advirtió sin embargo que la implementación de los compromisos asumidos en Río+20 será vital para evaluar el éxito de la cita. "Este no es el final, sino el inicio de muchos otros procesos. Si las agendas de acción no son implementadas, se quedan sólo en papel. Lo más importante es que las recomendaciones sean implementadas, y rápido", enfatizó.

Fuente: dpa

Editora: Emilia Rojas