Se endurecen los frentes del conflicto en Ucrania
9 de julio de 2014El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, volvió a exigir de nuevo un alto el fuego incondicional por ambas partes. "El Gobierno ucraniano debe dejar de llamar terroristas a sus contrincantes y de poner siempre nuevos ultimátum", dijo Lavrov. El líder separatista Andrei Purgin señaló sin embargo, en declaraciones al diario ruso Komsomolskaya Pravda, que no habrá alto el fuego si antes no se abre un corredor humanitario para que la población civil pueda huir de las regiones de Donetsk y Lugansk.
Además, el Gobierno de Kiev debe aclarar todavía la situación de 400 combatientes "desaparecidos". "Están siendo mantenidos como rehenes (...). El presidente Petro Poroshenko debería estar ante el tribunal de crímenes de guerra de La Haya", dijo. Purgin pidió la presencia en el este de Ucrania de más equipos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). "Necesitamos unos 400 observadores, de los que unos 150 deberían venir de Rusia", afirmó.
Una oficial ucraniana secuestrada
El Gobierno ucraniano, por su parte, exigió a Moscú la inmediata puesta en libertad de una oficial del Ejército ucraniano, secuestrada y llevada a Rusia. Moscú sin embargo se negó a hacerlo, alegando que la piloto debe responder ante los tribunales por la muerte de relatores rusos en Ucrania, dijo el portavoz de Justicia, Vladimir Markin. El caso ha vuelto a empeorar las relaciones entre los dos países.
Mientras tanto, cerca de Donetsk y Lugansk, bastiones de los separatistas, se produjeron tiroteos aislados. Según las informaciones, tres soldados habrían muerto hoy, mientras cerca de Donetsk los separatistas hicieron volar por los aires un puente de ferrocarril para dificultar el bloqueo del Ejército ucraniano a esa ciudad. Por su parte, el líder separatista Igor Gurkin anunció la intención de los insurgentes de profesionalizar sus tropas. Cada soldado del ejército popular pasaría a cobrar unos 500 euros mensuales.
Nuevas conversaciones con Merkel
En el plano diplomático, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés, François Hollande, volvieron a hablar por teléfono con Poroshenko sobre la situación en el este, tras el repliegue parcial de los separatistas para volver a exigir una solución política y un alto el fuego bilateral.
Además, señalaron que contactarán en los próximos días con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para volverle a pedir que presione a los separatistas para forzarles a negociar y a permitir un control efectivo de la frontera ruso-ucraniana.
Problemas financieros
Los medios de Kiev especulan si el domingo Merkel y Putin podrían verse en Río de Janeiro, donde viajarán para ver la final del Mundial de fútbol. Por otro lado, el Gobierno de Kiev reconoció enormes problemas financieros, como consecuencia del conflicto armado, dijo el primer ministro Arseni Yatseniuk. El Gobierno necesita unos 500 millones de euros para iniciar los primeros proyectos en infraestructuras en la región de Donetsk. "No sabemos de dónde vamos a sacar ese dinero", señaló. Ucrania recibe ya millones de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional.
Pero la crisis también está afectando a Rusia: los inversores retiraron 74.600 millones de dólares (unos 54.700 millones de euros) del país en el primer semestre de 2014, en el marco de la crisis ucraniana, según informaciones del banco central de Moscú. La huida de capital se ralentizó sin embargo en el segundo trimestre con 12.300 millones de dólares, pero podría totalizar en todo el año 150.000 millones. La institución señaló que la retirada de capital se debió sobre todo a la crisis en el este de Ucrania y la incorporación de la península de Crimea a territorio ruso. Además, el rublo perdió valor en los últimos meses.
MS (dpa/Reuters)