Suministro eléctrico: estable
7 de febrero de 2012Un frío extremo atenaza Europa y pone en peligro parte de la infraestructura. En Alemania, sin embargo, no hay cortes de corriente eléctrica. Hace unos pocos meses, las grandes empresas de electricidad habían esbozado un escenario muy diferente. Luego que en la primavera fueran puestas fuera de servicio ocho centrales atómicas alemanas, afirmaron que, en situaciones de tiempo atmosférico extremas, Alemania pasaría a depender de importaciones de corriente, por ejemplo de Francia, que la genera… en centrales atómicas.
La actual ola de frío hizo que ese escenario pasara a ser realidad. Sin embargo, a pesar de los varios grados bajo cero, la red eléctrica alemana no ha colapsado. Muy diferente es la situación en Francia, el mayor productor de corriente atómica de Europa. Los franceses deben ahorrar energía y prender lo menos posible aparatos eléctricos, por ejemplo televisores y computadoras. Las dificultades de abastecimiento se producen sobre todo porque los franceses calientan sus viviendas mayormente con corriente. En este frío invierno, Francia ha pasado a importar electricidad.
Gran demanda de corriente "made in Germany"
Por el contrario, Alemania –a pesar de haber apagado ocho centrales atómicas—puede exportar corriente. Así se desprende de los informes diarios de la Asociación Europea de Redes Eléctricas ENSO, en los que Alemania aparece permanentemente como exportadora de corriente. Alemania no fue tampoco el año pasado un importador neto de electricidad. En 2011, el país exportó, por el contrario, 6.000 gigavatios. Unas tres cuartas partes de la corriente generada antes por las ocho centrales atómicas apagadas fue sustituida por fuentes internas, en buena parte de energías renovables, cuya participación en la matriz energética alcanzó ya más del 20 por ciento.
“La situación es tensa, pero no crítica”, dijo una portavoz de la red eléctrica TenNet. Sobre todo las plantas fotovoltaicas en el sur del país han ayudado decisivamente a mantener alta la oferta de corriente. TenNet compró hace dos años la red de alta tensión de la empresa EON, de 10.700 kilómetros de largo. Todas las plantas de generación eléctrica están conectadas a la red y la carga no es excesiva. Para que surgieran problemas, el frío tendría que continuar durante largo tiempo y las temperaturas deberían caer a marcas negativas de dos dígitos. Actualmente, el abastecimiento es normal y no se prevén dificultades: para los próximos días se anuncia ya el fin del periodo de frío extremo.
La ampliación de la red es un imperativo
No obstante, será necesario seguir expandiendo las redes de alta tensión. Ello es necesario sobre todo por el gran porcentaje de energía de fuentes renovables. Por un lado, el sol y el viento no generan energía constantemente; por otro, las instalaciones de energía renovables son todavía bastante sensibles y se apagan cuando la frecuencia en la red supera o no alcanza determinados valores. Ello hace necesaria una compleja técnica de regulación, pues en la red, el volumen de energía generada debe coincidir siempre con el volumen de energía demandada.
Debido a las oscilaciones en la generación de corriente, la electricidad producida en Alemania es derivada en parte a veces hacia redes de los países vecinos. En Alemania faltan sobre todo conexiones de alta tensión entre el norte y el sur del país. Cuando el viento sopla fuerte en el norte, puede suceder que electricidad generada en Alemania se busque camino por Polonia, la República Checa y Austria, para fluir luego nuevamente hacia el sur de Alemania. A los países vecinos, ello no les gusta mucho, pues es una carga para sus propias redes. Además puede darse la paradójica situación que en el norte y el este de Alemania deba exportarse corriente a precios muy bajos, para reducir la carga en la red alemana, mientras el sur del país debe importar energía de Austria.
En situaciones de emergencia, en Austria se echan a andar viejas plantas energéticas térmicas de petróleo o gas, porque de lo contrario partes de la red alemana pueden colapsar. Parte de esa “reserva fría” son también viejas plantas termoeléctricas alemanas, que generan energía también solo en situaciones de muy alta demanda. Si bien la situación en Alemania es actualmente estable, también es cierto que la red nacional ha llegado al límite de su capacidad. Como en los próximos años seguirán siendo cerradas más centrales atómicas, el imperativo del momento es por lo tanto una acelerada ampliación de la red.
Autor: Insa Wrede / PK
Editora: Emilia Rojas