De taxista a médico cirujano
1 de abril de 2013
Siempre se ha dicho que los inmigrantes emprendedores tienen buenas oportunidades de trabajo en Alemania. Pero, hasta hace poco, ni siquiera los profesionales altamente calificados y con experiencia la tenían fácil en el mercado laboral germano cuando sus estudios eran avalados por institutos de educación superior no comunitarios. Durante mucho tiempo, la economía alemana tuvo suficientes recursos humanos a su disposición para garantizar su crecimiento y eso la llevó a ignorar el talento de quienes venían de otros continentes.
En la última década, la situación ha cambiado mucho y las empresas alemanas ya no pueden darse el lujo de rechazar sin más ni más los títulos de aquellos que estudiaron fuera de Europa. Al Gobierno tampoco le conviene que los médicos extranjeros sigan conduciendo taxis, como le ha ocurrido a más de uno. Con eso en mente se promulgó una ley para facilitar la homologación de títulos extranjeros en Alemania el 1 de abril de 2012. Cerca de 30.000 personas sacaron provecho a esa normativa en el curso del último año.
Los inmigrantes cuyos documentos fueron reconocidos por ajustarse a los estándares académicos germanos tienen permitido ejercer sus profesiones en el país. Y aquellos que culminaron sus carreras sin haber cumplido todos los requisitos exigidos por las autoridades educativas alemanas pueden completarlos. Más de 8.000 médicos no comunitarios sometieron sus títulos a escrutinio y casi la mitad de ellos obtuvo licencia para trabajar como tales en Alemania. Esa es una buena noticia. No obstante, el camino hacia el reconocimiento es largo.
Obstáculos por superar
Quienes quieren homologar sus diplomas deben presentar documentos certificados, traducidos por intérpretes legalmente reconocidos por el Estado alemán y encontrar una profesión que equivalga, en Alemania, a la que ellos estudiaron en el extranjero. “Alrededor del mundo, los estudios superiores son muy diferentes. Para nuestros empleados es un gran desafío determinar esas equivalencias”, comenta Erwin Schindler, director del servicio telefónico que el Ministerio para la Migración y los Refugiados activó para los interesados en este proceso.
Las oficinas encargadas de homologar los documentos en cuestión están claramente definidas, pero llegar a ellas no siempre es sencillo porque, en el caso de algunas carreras –como la docencia o la pedagogía social, por ejemplo–, cada Estado federado de Alemania tiene su propia dependencia para examinar los títulos y, hasta ahora, sólo cinco Estados federados tienen sus propias leyes para la homologación de diplomas extranjeros. “Tenemos un gran vacío en lo que se refiere a las leyes de los Länder”, señala Schindler.
En otras palabras, a un año de la promulgación de esta ley, siguen habiendo obstáculos enormes por superar para que los títulos no comunitarios puedan tener validez en toda Alemania y sus portadores puedan entrar más rápidamente al sistema productivo alemán.
Autores: Anne Allmeling / Evan Romero-Castillo
Editor: Diego Zúñiga