Unión Europea: ¿más ''flexiguridad''?
24 de marzo de 2006Para salir del callejón actualmente sin salida, cada vez más políticos y economistas europeos están dispuestos a aplicar el modelo danés de la "flexiguridad": proteger al trabajador y no a su puesto de trabajo. Esa mezcla de seguridad y flexibilidad puede ser la clave del futuro del empleo en la UE.
Como la globalización y la ampliación de la UE generan grandes preocupaciones con respecto a la seguridad laboral en los Estados miembros, sobre todo los "viejos", el modelo danés de la "flexiguridad" -proteger al trabajador en lugar de su lugar de trabajo- gana cada vez más seguidores entre los expertos. Y varios políticos de primera línea dijeron que buscarían adaptar el modelo danés a sus propios mercados laborales.
No obstante, los políticos tienen también la esperanza de que la incipiente recuperación económica del bloque de los 25 ayude a las reformas, cuya implementación ha sido difícil desde el punto de vista político debido a los temores sobre la seguridad laboral, luego de años de gran desempleo.
¿Puede un pueblo de ancianos competir con Asia?
El paquete de reformas, conocido como la Agenda de Lisboa debido a que se adoptó en la capital portuguesa, es clave para que la UE pueda financiar sus políticas sociales, al tiempo que su población envejece y se agudiza la competencia económica de Asia.
"Para que el modelo social europeo sea sostenible, Europa debe aumentar sus esfuerzos para crear más crecimiento económico, un mayor nivel de empleo y productividad, al tiempo que estabiliza la protección social", dijeron los líderes de la UE en una declaración.
Las reformas apuntan a incorporar más mujeres, jóvenes y ancianos a la fuerza laboral, a modificar los sistemas de pensiones y salud y permitir que los ciudadanos trabajen más y en forma más productiva.
Paquete original hizo pocos avances
"Dada la recuperación económica gradual en marcha, los esfuerzos adicionales a ser emprendidos incrementarían el empleo europeo en al menos dos millones de empleos por año hasta el 2010", dijeron los líderes de la UE al final de una cumbre de dos días.
Las reformas de Lisboa fueron acordadas en el 2000. Una versión atenuada, concentrada en los empleos y el crecimiento económico, fue lanzada el año pasado luego de que el paquete original, más amplio, hiciera pocos avances.
Esta vez la probabilidad de que se implemente es mayor, dijeron los políticos, porque cada país ha elaborado e implementará su propio esquema de reformas, ajustadas a sus necesidades específicas.
Hay países que aprenden
Los países también aprenden de las experiencias de los otros, dijo el ministro de Finanzas de Austria, Karl-Heinz Grasser, agregando que ahora los que enfrentarán problemas son quienes no logren reformarse.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, espera que ello sirva para impulsar el interés de los Estados miembros en los cambios, que hasta ahora ha sido escaso, debido a los costos políticos.
"No hay tiempo que perder y esa urgencia quedó clara durante el debate", dijo José Manuel Barroso, el presidente de la Comisión, en conferencia de prensa.
Francia nuevamente en llamas
Pero en Francia, que el próximo año celebra elecciones, cientos de miles de personas marchan esta semana en protesta contra una propuesta del gobierno que busca impulsar la contratación de jóvenes por parte de las empresas permitiendo el despido sin mención de causa durante los primeros tres años.
Según sus críticos, ello no aumentará el empleo, sino que reducirá la seguridad laboral. Según las empresas, a menudo no emplean gente porque no saben cómo seguirán los negocios y si no marchan bien, no las pueden despedir. Un círculo vicioso.
El jueves, algunos grupos incendiaron autos, saquearon tiendas y robaron a estudiantes que estaban manifestando, al final de las marchas de protesta en París y en otras ciudades francesas.
De Villepin no da el brazo a torcer
Para la próxima semana se prevén más protestas y una huelga general de un día. El gobierno se mantiene firme con la idea de que su medida ayudará a crear nuevos empleos.
Hoy, de Villepin, el primer ministro francés, se reunió por primera vez con sindicalistas para tratar de hallar una solución. Hasta el momento, las posiciones permanecen inflexibles.
Grasser, cuyo país tiene la presidencia rotativa del bloque, dijo que es esencial que los gobiernos expliquen a los votantes por qué se necesitan las reformas, pero admitió que algunos países son casos más difíciles debido a sus especificidades históricas, tradicionales y culturales.
"Obviamente Francia tiene el problema de que la gente allí está muy dispuesta a protestar, a hacer huelga y pienso que es más difícil implementar reformas en Francia que en Austria, por ejemplo", dijo Grasser.