Vacaciones en el hotel literario
18 de agosto de 2009La pasión de sus clientes por la lectura le dio una gran idea a Andrea Reichart: “Enciérreme aquí por una noche con una lámpara de mesilla y entonces podré leer.” La librera oyó tanto esta frase en su tienda de Essen que en 2006 decidió ofrecer vacaciones y libros al mismo tiempo.
De las ruinas se levantó un hotel
Dicho y hecho. Un buen amigo ayudó a hacer realidad la idea y en el plazo de un año ya estaba todo hecho: Andrea Reichart inauguró el “Hotel Literario Franzosenhohl”, situado en Iserlohn, al sur de Dortmund. En el linde de un bosque, entre senderos montañosos se erigió a partir de unas ruinas un elegante hotel con una particularidad: es miembro de la asociación del sector librero alemán y recibe ejemplares de muestra como una librería normal.
Nada de antiguallas
En los pasillos, en las habitaciones y en el bar hay bestsellers. Muchos huéspedes del hotel no se acercan a la recepción hasta que no llevan un libro en la mano. En el vestíbulo se extienden metros y metros de estanterías repletas de libros hasta el techo y cómodos sillones hacen el resto en el sencillo y moderno hotel. Las antiguallas se buscan en vano: “No somos un hotel tradicional, que se ha puesto la categoría de “hotel literario” con unos cuantos clásicos y una habitación dedicada a Goethe”, dice Reichart.
Novelas policíacas para los indecisos
2700 libros y 40.000 audiolibros esperan a los huéspedes. Antes de su llegada, Reichart pregunta por sus gustos literarios y coloca un par de posibles lecturas favoritas al lado de la cama. “El que no se pueda decidir recibe una novela policíaca. Siempre sale bien”, dice la directora del hotel. Hasta ahora el hotel está entre el 30 y el 40% de su ocupación. Todavía no es perfecto, pero la directora Hilla Holzhauer, nuera de los inversores, está muy segura sobre el futuro del negocio. “Para el primer año estamos contentos con los resultados, se tiene que empezar a hablar de nosotros”, declara.
Talleres de escritura y lecturas de autores
Casi cada fin de semana hay talleres de escritura y lecturas de autores. Reichart explica cómo se decide por un libro u otro: por ejemplo, entre la biografía de Obama por Christoph von Marshall o una novela policíaca de Horst Eckert. “Es bonito que podamos atraer a la gente con lecturas de autores de la región, la Cuenca del Ruhr”, dice. Por el momento, los huéspedes son en su mayoría empresarios. A ellos les interesa más la comodidad, elegancia y calidad del servicio que los libros. Sin embargo, Reichart sueña con que su hotel sea una tendencia para literatos. “Sería bonito que por las mañanas en el ascensor se pudieran intercambiar recomendaciones sobre libros y que los autores se encontraran aquí para inspirarse y escribir.”
Autor: pg/as/dpa
Editor: Enrique López