Estas Navidades, más copas de champán podrían contener cava
3 de diciembre de 2008En estas Navidades de crisis van a ser menos los que puedan permitirse brindar con caro champán. A un mínimo de 20 euros la botella, no cabe duda de que el espumoso francés es un lujo, y los lujos son los primeros que reciben el tachón en la lista de la compra cuando hay que apretarse el cinturón.
“El golpe es brutal. Nos encontramos al principio de una tendencia negativa similar a la que vivimos en 1991 con la guerra en el Golfo, y ese duró dos años”, dice al diario económico alemán Handelsblatt el director de una importante marca de champán que no quiere dar su nombre. Los últimos años han sido formidables para el vino gaseado francés, pero a lo largo de 2008 las ventas han bajado un 8%. Sólo el pasado octubre cayeron un 23%. Y las fiestas navideñas se acercan.
Lejos de la Champaña gala, la recesión deja a los espumosos algo más de oxígeno que respirar. No es que al cava español, al prosecco italiano o al sekt alemán les sean ajenas las dificultades económicas, pero todos ellos cuentan con una notable ventaja, y ésta reside en el precio.
Thanksgiving con cava
“Es probable que se produzca un traspaso de ventas del champán a otros espumosos porque con el cambio no se renuncia a un ápice de calidad y sale mucho más económico”, comenta a DW-WORLD Peter Müller, director de la Asociación de Productores Alemanes de Sekt.
Sobre todo a los nuevos ricos en China y Rusia le debe el champán el vertiginoso asenso de su volumen de negocio. Las ventas alcanzaron tales niveles que la Champaña no daba abasto para producir todo el espumoso demandado. Ahora sobran las botellas y algunos supermercados empiezan a anular pedidos.
Aunque hay quien se lo toma con más filosofía que el empresario sin nombre: “la contracción era predecible”, asegura al Handelsblatt el portavoz de la Asociación de Productores de Champán. Pero lo cierto es que en 2008 los franceses han vendido un 22% menos de champán a Estados Unidos, uno de sus principales mercados de exportación.
“No tengo datos concretos, pero al parecer en el Thanksgiving a los otros espumosos les ha ido mejor que al champán”, dice a DW-WORLD José Ferrer Sala, presidente honorífico de la empresa española de cava Freixenet, “nosotros estamos contentos con los resultados de esta 'Acción de Gracias'”.
Esperanza en la Navidad
“Hasta ahora, las cifras de ventas no son negativas”, dice Müller. “Por supuesto que se va a notar la crisis, y si la gente en general compra menos va a ser muy difícil que el segmento de los vinos espumosos no se vea afectado. Pero nosotros esperamos que, pese a la situación económica, estas Navidades y este Fin de Año se siga brindando con una copita de sekt”, añade.
“Nosotros estamos notando la crisis en el mercado interior”, indica Ferrer Sala. En España, las ventas de cava han bajado un 10% y si la reducción se mantiene en este porcentaje, en Freixenet se dan por satisfechos. “Estas pérdidas las compensamos con el mercado exterior, gracias a las exportaciones a países como Japón o Alemania”, comenta el director honorífico. Freixenet es el mayor exportador de vino espumoso del mundo.
Como en la Asociación de Productores Alemanes de Sekt y al contrario que en la Champaña francesa, también Ferrer Salas conserva la esperanza en la Navidad: “yo, que llevo ya muchos años en este negocio, he podido comprobar que en los periodos de recesión las ventas se disparan a última hora. Al final, la gente se dice que de todas maneras hay que celebrar las fiestas y se anima a comprar, y eso es lo que esperamos que pase esta vez.”