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Ni ketchup ni whisky

23 de marzo de 2003

El ketchup, la coca-cola, los pollos Kentucky, el combustible de la Esso tienen un problema: se convoca a boicotear los productos norteamericanos. Las películas y los DVD no se salvan.

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La Heinz-Ketchup, uno de los productos boicoteados por los antagonistas de la guerra.Imagen: AP

"¿Qué se puede hacer contra un loco que tiene acceso a enormes cantidad de armas de destrucción masiva? No compres productos ni servicios de los Estados Unidos", dice la página web de los Verdes británicos. Para facilitarles la tarea a los pacifistas británicos, hay una lista de más de 330 productos norteamericanos. Así lo publica la página web del prestigioso semanario alemán Der Spiegel. La exhortación al boicot culmina diciendo que la mayoría de películas, DVD´s y videos deberían quedarse en las estanterías de los almacenes.

No consumir es protestar

También los comensales alemanes perciben la protesta contra la guerra y las tensiones políticas entre Europa y los Estados Unidos. El tabernero de Bonn, Bruno Kessler, ha tachado de su menú todos los productos que provengan del país de Bush, no hay más whisky y menos coca-cola; "estamos contra la guerra", advierte un letrero a la entrada.

Lo mismo han hecho en Hamburgo muchos restaurantes franceses. Arroz, salsa de tomate, whiskey, cola no tienen cabida en sus cartas en protesta por las acciones bélicas norteamericanas, y en venganza al similar boicot que sufren los productos galos en América del Norte.

La fábrica de bicicletas Riese & Müller ha comenzado también su boicot: no van a ordenar más partes y componentes a empresas de los EE.UU. "Sólo a través del dinero los venceremos", explica Müller esperando que sus suministradores protesten, a su vez, contra su propio gobierno, y añade: "Tan pronto alguno de ellos nos asegure su repudio a la guerra volveremos a comprarles".

En Italia, grupos políticos de izquierda, ecologistas y grupos eclesiásticos han llamado al boicot a través de mensaje de texto en los teléfonos móviles. "No compre productos norteamericanos", se lee en la pantallitas de los celulares y continúa con "Reenvía el mensaje a 10 personas". A Greenpeace y al partido de los Verdes italianos no les basta con sus ya clásicas formas de protesta, como los sit-in.

Exxon Mobil -en Europa llamada Esso- no ha corrido mejor suerte que el ketchup. El movimiento anti-bélico equipara la dependencia norteamericana del crudo con la verdadera causa de la guerra. En varias ciudades italianas se vivió masivas protestas en las estaciones de gasolina de Esso. "No a la sangre por petróleo" decían las pancartas.

El mundo árabe

No fumar Marlboro y no comer en Kentucky Fried Chicken han predicado los Mullahs en las mezquitas del mundo árabe. En Beirut, varios estudiantes se han encargo de difundir el llamado mediante hojas volantes delante de los cafés de la cadena Starbuck. Es más, la protesta escaló hasta la violencia en Cairo, donde estudiantes incendiaron una filial de la cadena Kentucky.

No es que sea una idea nueva, puesto que Mahatma Gandhi había llamado ya a boicotear los productos británicos durante las luchas por la independencia de India. Lo nuevo es que normalmente toma mucho tiempo el que tenga resultados visibles, y en este caso, el gerente de Procter & Gamble en Arabia Saudita habla ya de problemas de imagen.