¿Tropas europeas de la ONU en Líbano?

El conflicto en Cercano Oriente continúa escalando, diplomáticos y jefes de Gobierno se encuentran en busca de posibilidades para pacificar la situación. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, presentó en Bruselas su plan concreto de solución.

El plan de Annan

Este plan, elaborado rudimentariamente en la cumbre del G-8 en San Petersburgo, propone básicamente que la Unión Europea ponga a disposición una tropa de pacificación, bajo el mandato de Naciones Unidas. Superar las declaraciones y actuar es lo que urge, así Kofi Annan quien con pulso decidido, promueve el envío de una tropa de paz a Líbano.

Aunque el concepto exacto y el tamaño de dicha tropa al parecer aún no están decididos, claro está que debe ser mayor a la tropa de observación estacionada en Líbano, la cual consta de 2.000 observadores poco más que desvalidos. Les falta armamento y el mandato para intervenir en el conflicto. Los nuevos cascos azules deberán hacerlo diferente: unos 10.000 tendrían que ser y tener un mandato claro del Consejo de Seguridad para, de ser preciso, poder enfrentarse a Hizbulá.

Europa apoya

"Estamos dispuestos y queremos ayudar", declaró el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, asegurando el apoyo de la Unión Europea. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, por un lado, hizo expreso su apoyo a la iniciativa del secretario general de la ONU, aunque dijo que ese plan está aún por concretar. Por otro, el ministro de Asuntos Exteriores finlandés, Erkki Tuomioja, cuyo país ejerce la Presidencia de turno de la Unión Europea, vinculó la consecución de un acuerdo de paz al cese de la violencia.

Naciones Unidas quiere; la Unión Europea está dispuesta. Sólo falta lo más importante: la aprobación de Israel, que hasta el momento insiste en que sus condiciones para el cese de los ataques contra el Líbano son la devolución de los dos soldados capturados y el desarme de las milicias de Hizbulá. Mientras tanto el ejecutivo libanés solicita el auxilio internacional tras siete días de guerra.

Y así, mientras los que pueden abandonan el Líbano y los cruentos enfrentamientos continúan, la diplomacia internacional vuela de un lado al otro del planeta. El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, parte nuevamente a Oriente Medio, tras la visita que efectuó el fin de semana a Beirut, para reunirse esta vez con líderes israelíes y palestinos.

El plan de los Verdes

Por su parte, los Verdes Europeos han propuesto al ex ministro de Exteriores, Joschka Fischer, como comisionado especial. Ningún otro político europeo goza de tanto respeto entre árabes e israelíes como el ex ministro alemán, argumentan los Verdes.

Fischer, que durante todo el tiempo que ejerció de titular de Exteriores trabajó por la Hoja de Ruta que supuestamente traería la paz definitiva a la región, sería el político idóneo para, representando a la comunidad internacionala, asistir a la cremación del plan de paz o, en su defecto, para mediar entre los actores del conflicto.